- FRANCO
- LA ESPAÑA DE LA POSGUERRA
- LA FORMACIÓN DEL NUEVO
ESTADO
- REPERCUSIÓN DE LA SEGUNDA
GUERRA MUNDIAL
- AISLACIONISMO
- LA AUTARQUÍA Y SU
SUPERACIÓN
- AFIANZAMIENTO DEL RÉGIMEN
- RECONOCIMIENTO
INTERNACIONAL
- NORMALIZACIÓN
- DESARROLLO
- CRECIMIENTO ECONÓMICO AÑOS
60
- NUEVA POLÍTICA APERTURISTA
- APARICIÓN DE LA OPOSICIÓN
- LA ÉPOCA FINAL
- PROBLEMAS INTERNOS
- DESCOLONIZACIÓN
- MUERTE DE FRANCO
- FRANCISCO FRANCO
(BIOGRAFÍA).
Francisco Franco
Bahamonde nación en 1892 en El Ferrol (La Coruña), perteneciendo su familia a
la clase media y estando tradicionalmente vinculada a la Marina. A los catorce
años ingresó en la Academia Militar de Toledo. Fue oficial a los diecinueve
años e inmediatamente solicitó su incorporación al ejército de África, que le
fue concedida en 1912.
Fue un
oficial valiente y por ello consiguió ascensos por méritos de
guerra. A partir de 1920 se convirtió, junto a Millán Astaray, en el mando
principal de la Legión, grupo militar de elite y voluntario. En este cargo se
caracterizó por su preocupación por el soldado a la vez que por su dureza y
disciplina.
En 1923
contrajo matrimonio con Carmen Polo, perteneciente a la alta
sociedad asturiana. Ese mismo año ascendió a teniente coronel, dos años más
tarde a coronel y, en 1926 llegó a general de brigada con tan solo 34 años.
Durante la Dictadura de Primo de Rivera tuvo discrepancias con él por su
política africanista, después del desembarco de Alhucemas, fue nombrado director
de la Academia Militar de Zaragoza.
Tras el triunfo
electoral del Frente Popular (febrero 1936) es destinado a la comandancia
general de Canarias siendo disuelta la Academia Militar de Zaragoza, pero
anteriormente, durante el segundo bienio republicano fue nombrado jefe
del Estado Mayor. Desde ese puesto mejoró las condiciones militares
del ejército y colaboró en la represión de la revolución de Asturias del año
1934.
Anteriormente a la
guerra civil no había participado en política, pero se identificaba más con las
ideas moderadas, de tal modo que en el año 1933 se le ofreció formar parte de
una candidatura de la CEDA, cosa que rechazó.
Ideas básicas de
Franco antes de la guerra eran su nacionalismo a ultranza y su anticomunismo.
Su religiosidad y su concepción del pasado histórico de España como una lucha
de tradiciones religiosas contra unas fuerzas antinacionales (como la
masonería).
No siendo político
profesional y aborreciendo este tipo humano, demostró habilidad maniobrera y
astucia, que aplicó para mantener la disciplina durante su jefatura.
No tuvo una
ideología muy clara, por lo que personas de distintas opiniones lo creyeron de
su parte. Ello permitió mantener la estabilidad.
La exaltación de su
figura contribuyó a convertirle en Caudillo.
El régimen
franquista fue diferente de otros existentes ya que, sin cambiar de dirigente
ni sufrir modificaciones sustanciales, el régimen pasó de la semejanza de un
tipo de dictadura a otro.
El franquismo tuvo
unas fuentes ideológicas plurales procedentes de la derecha, pero estuvo cerrado
a la libre circulación de opinión y expresión propia de una sociedad liberal.
Fue una dictadura
personal, no colectiva de un partido o estamento militar, que no tomó en serio
la tarea de institucionalizarse. El caudillo nombraba a los ministros tratando
de equilibrar las tres familias principales: carlistas, falangistas y
católicos. Incluso había carteras ministeriales ya adjudicadas de antemano para
alguna cierta familia.
El poder ejecutivo
recaía sobre Franco y tuvo mucha más fuerza que el legislativo lo que hizo que
las funciones de las Cortes fueran mínimas aunque siguieran existiendo.
- LA ESPAÑA DE LA POSGUERRA.
Los cálculos más
generales sitúan el número de muertos alrededor de uno 650.000. Pero también se
produjo una destrucción física y material durante la guerra. Aproximadamente el
8% de las viviendas quedaron destruidas. La producción agrícola e industrial
disminuyó alrededor de una cuarta parte y un 40% del parque ferroviario quedó
destruido.
Se llevó a cabo una
política represiva con la publicación de algunas leyes como por ejemplo la Ley
de Represión de la masonería y el comunismo. La represión de la postguerra
afectó a mucha gente y se produjeron alrededor de 30.000 ejecuciones.
Tras la victoria de
los nacionales, se produjeron gran número de exiliaciones, algunas incluso
fueron permanentes. Unas 450.000 personas se exiliaron a Francia, otras 20.000
a México y otros lugares de destino fueron Cuba, Argentina, Santo Domingo y
Chile.
- La formación del Nuevo
Estado.
El Nuevo Estado se
basaba en la concentración absoluta del poder en manos del general Franco. Los
altos jefes militares que podían ser un obstáculo a la autoridad de Franco
fueron enviados al extranjero o marginados a un segundo plano de la vida
política. En un deseo de institucionalizarse, en julio de 1942 se publicó una
ley que regulaba la función de las Cortes como mero órgano de representación
del pueblo pero que quedaban dominadas por el ejecutivo.
También se adecuó
al régimen todo el sistema de derechas y libertades de los ciudadanos.
Desaparecieron los partidos políticos y se prohibió el uso de otra lengua que
no fuera el castellano en la enseñanza y la Administración.
Un organismo que
mantuvo unos poderes parcialmente autónomos fue la Iglesia.
En esos momentos
iniciales, la figura predominante en la política interior era Ramón Serrano
Súñer, cuñado de Franco. Se había formado en Italia y éste fue el modelo que
trató de introducir en España apartándose en la Falange, de la que fue
principal inspirador y dirigente.
- Repercusión de la II
Guerra Mundial.
La posición
española frente a este conflicto fue neutral, pero dada su relación con
Alemania durante la guerra civil tenía que ser benevolente con respecto a ella.
La derrota francesa convirtió a España en no beligerante en el verano de 1940,
lo que quería decir que estaba dispuesta a entrar en la guerra aunque solo en
el momento más conveniente para ella. En tal posición se mantuvo hasta 1942 y
solo empezó a ser neutral en los primeros meses del año 1943. Ya en 1944 había
vuelto a la posición de neutralidad benevolente pero ahora respecto de los
EE.UU.
Aunque España no
participó abiertamente en al guerra si favoreció a uno u otro bando (los
Aliados o el Eje) según le conviniese. En el periodo de benevolencia hacia
Alemania, permitió que submarinos de esta nacionalidad atracasen en costas
españolas. Tras esto, España fue amenazada por los Aliados para que se apartara
de Alemania, de hecho, EE.UU. cortó el suministro de petróleo a España dos
veces en este periodo, y una vez en enero de 1944 que duró mucho tiempo. Los
estadounidenses querían que España cerrase el consulado alemán en Tánger, que
licenciara a la División Azul, que suspendiera los envíos de wolframio a
Alemania (aunque nunca fue definitivo) y otras cosas además. España recobró el
suministro de petróleo y permitió que aviones norteamericanos aterrizasen en
los aeropuertos españoles.
Dos factores que
explican la no participación española en esta guerra son: el gravísimo estado
de España en esos momentos y la situación política interna de tensión entre la
Falange y el ejército.
Pero las ayudas
prestadas al Eje causaron una segunda posguerra desde 1945 hasta bien entrados
los años 50. Esto causó el aislamiento internacional.
- Aislacionismo.
Ante la situación
económica española al finalizar la guerra civil, España siguió una política
económica de autarquía e intervencionismo estatal. Éstas fueron dos tendencias
que se fomentaron mucho y se fundamentaron en ideas políticas nacionalistas y
en la necesidad provocada por la II guerra Mundial. Sin embargo, la autarquía
era inviable para la economía española debido a la carencia de materias primas
imprescindibles y a las malas cosechas de esos años. Por otro lado, el
intervencionismo tuvo como consecuencia la reacción de un aparato burocrático agobiante
y muy ineficaz.
Algunas medidas
tomadas en agricultura fueron: la propuesta de un programa de mejora en las
explotaciones llevado a cabo por el Instituto Nacional de Colonización. Además
se creó el Servicio nacional del Trigo, destinado a regular la producción de
este cereal.
La política
industrial se basó en la protección de industrias de interés nacional. Lo más
importante fue la creación del Instituto Nacional de Industria (INI),
el cual desarrolló un elevado número de industrias.
Existió una profunda
discrepancia entre la política hacendística y la comercial. Por un lado, la
Deuda Pública favorecía la inflación que muy a menudo no era controlada por
ningún organismo superior. En cambio la política comercial aplicó medidas
tendentes a lograr una extremada regulación. Creó numerosos organismos
destinados a controlar el comercio interno pero que no pudieron evitar que gran
parte de la producción se dirigiera al mercado negro.
En la política
social aparecieron ciertas medidas para mejorar la seguridad social en medidas
como la protección familiar o el seguro de vejez entre otras.
- LA AUTARQUÍA Y SU
SUPERACIÓN.
- Afianzamiento del Régimen.
Si el sistema
español hubiese evolucionado hacia una democracia se, habría olvidado su
colaboración con Italia y Alemania en el conflicto.
En el verano de
1942 se reunió en San Francisco una conferencia internacional a la que España
no fue invitada y de la que surgiría la creación de las Naciones Unidas (ONU).
Poco después declararon que no admitirían a España si no cambiaba su régimen
político.
La medida adoptada
por la ONU no tuvo un efecto importante ya que, de hecho, el régimen español no
tenía relaciones con muchos países. Pero hubo un caso extraordinario, ya que la
Argentina de Perón mostró su apoyo a Franco y firmaron conjuntamente un tratado
en 1947 por el cual Argentina se comprometía a suministrar a España productos
alimenticios a cambio de productos industriales. Este tratado fue de
trascendental importancia para la alimentación de los españoles.
A finales de 1947
mejoró la situación de aislamiento español al abrirse la frontera Pirenáica por
parte de Francia, que había sido cerrada en 1946.
A partir de 1950 se
normalizaron las relaciones diplomáticas entre España y las potencias
occidentales y se recibió una modesta ayuda económica oficial de EE.UU.
Finalmente la ONU autorizó la reanudación de las relaciones diplomáticas con
España.
Es necesario
conocer las acciones de la oposición desde comienzos del régimen y ver como
cayó derrotada por el franquismo para comprender lo fuerte que se estaba
haciendo el nuevo régimen.
En el año 1939
había dos organizaciones que se disputaban el destino de las riquezas sacadas
de España y la representación política de la emigración, una era dirigida por
Juan Negrín y la otra inspirada por Indalecio Prieto, ambas de carácter
republicano e independientes. Solo con el final de la Guerra Mundial los
republicanos se unieron.
En agosto de 1945
se reunieron en México algunos diputados de las Cortes de 1936 y eligieron un
nuevo Presidente de la República en el exilio, Diego Martínez Barrio, y un
gobierno presidido por Giral. Pero pronto surgieron divisiones internas.
Los socialistas ya
habían expresado su preferencia por la república pero aceptarían la voluntad
popular si ésta se inclinaba por la monarquía.
El Partido
Comunista había quedado aislado con respecto a los demás grupos exiliados, que
le acusaban de haber monopolizado la República al final de la Guerra Civil.
Los anarquistas
también estaban divididos.
Fundamentalmente,
en los años 40 fueron los comunistas y anarquistas quienes formaron la
resistencia armada frente al franquismo.
Otra oposición fue
la de los “maquis” españoles que cruzaron la frontera pirenáica hacia España al
final de la II Guerra Mundial. Aunque fueron derrotados, no pudieron ser
erradicados de manera definitiva hasta 1952. En ese periodo hubo unos 10.000
guerrilleros repartidos por las montañas de Asturias, León, el Sistema Ibérico
y Andalucía. Carecían de armamento pesado pero dieron muerte a numerosos
guardias civiles. Tampoco contaron con el apoyo masivo de la población, como
ellos esperaban.
A partir de 1947
evolucionaron hacia la huelga como método reivindicativo.
Otro tipo de
oposición en este periodo fue la de los monárquicos.
En 1943 un grupo de
militares de alta graduación y personalidades políticas solicitaron a Franco el
restablecimiento de la monarquía. En 1945 don Juan de Borbón, hijo de Alfonso
XIII, expresó su deseo de sustituir el régimen franquista en el manifiesto
de Lausanne.
El traslado de don
Juan desde Suiza hasta Estoril hizo pensar a algunos en la inminente
Restauración. Franco rompió la relación con don Juan.
En el verano de
1948 tuvo lugar un acercamiento entre los socialistas y los monárquicos para
preparar un proyecto democrático que se plasmó en el pacto de San Juan de Luz.
En agosto de ese
año se entrevistaron Franco y don Juan y acordado que el príncipe don Juan
Carlos estudiaría y se educaría en España. Este acuerdo acabó con las
esperanzas de los socialistas y monárquicos de derribar el régimen.
En julio de 1945 se
formó un nuevo gobierno, medida que afianzaría el Régimen. Este gobierno
suprimió la Secretaría General del Movimiento y el Ministerio del Partido. Duró
hasta 1951.
El régimen
pretendió dar una nueva imagen al extranjero mediante la promulgación de una
serie de leyes fundamentales. Estas leyes definían el franquismo como una
“democracia orgánica”.
La primera de las
disposiciones que surgieron de la “democracia orgánica” española fue el Fuero
de los españoles, de julio de 1945, que intentaba ser una declaración de
derechos y deberes semejante a otras constituciones.
Otras leyes creadas
por este gobierno fueron: la Ley de Referéndum de 1945 y la Ley de Sucesión de
1947, que definía a España como un Estado católico, social y representativo.
- Reconocimiento
internacional.
En 1951 España fue
admitida en la Organización Mundial de la Salud, en la Unión Postal
Internacional y en la Organización de Aviación Civil y, al año siguiente, en la
UNESCO. El 14 de diciembre de 1955 se produjo el ingreso de España en la ONU
apoyada por EE.UU. Ese mismo año fue admitida en el Fondo Monetario
Internacional, en la Organización Internacional del Trabajo y en el Banco
internacional de Reconstrucción y Fomento.
Así mismo se firmó
un Concordato con la Santa Sede en agosto del año 1953 por el que se admitía la
unidad católica, se otorgaba a las órdenes religiosas un estatuto jurídico, se
les exenta de impuestos y se admitía como competencia de la Iglesia causas
matrimoniales.
Las negociaciones
para el pacto con EE.UU. se iniciaron en 1951. Finalmente se acordó la
instalación de bases militares norteamericanas en Morón, Rota, Zaragoza y
Torrejón. A cambio España recibiría ayuda económica.
- Normalización.
En julio de 1951 se
realizó un nuevo cambio de gobierno. La Falange recuperó influencia. Y por
primera vez estaba incluida una persona fiel a Franco como ninguna otra: el
almirante Luis Carrero Blanco.
Carrero Blanco fue
nombrado ministro subsecretario de la Presidencia en la crisis de 1957 y se
caracterizó por ser antiliberal y fidelísimo a Franco.
El principal de sus
consejeros fue Laureano López Rodó, autor de la Ley de Régimen Jurídico de la
Administración del Estado y de la Ley de Procedimiento Administrativo.
Entre 1951 y 1957
se produjo un importante crecimiento de la renta nacional. Esto se debió a dos
factores: a la ayuda económica estadounidense y a la política económica del
gobierno formado en 1951, gabinete que mostró superioridad técnica y un
programa más liberal que los anteriores.
El crecimiento de la
producción agrícola fue inferior al de la industrial.
También la política
social acusó el cambio. En el año 1953 se reglamentaron los jurados de empresa
y en 1957 se realizaron las primeras elecciones de enlaces sindicales.
En política
exterior, desde 1957 hasta 1969 el responsable fue Fernando María de Castiella.
Su predecesor, Martín Artajo, se había volcado hacia Iberoamérica y los países
árabes, en cambio Castiella no se vio limitado a esos países, sino que su
política se dirigió también a Europa.
Cuando en marzo de
1956 Francia acabó por aceptar la independencia de Marruecos, España solo pudo
ratificarla. Además, los marroquíes mantuvieron las reivindicaciones
territoriales sobre Ceuta y Melilla.
La política
española respecto de la construcción de Europa no fue aceptada por Franco, por
su forma de ser nacionalista. Se vio lejana la posibilidad de incorporación
española a la CEE.
- LA ERA DEL DESARROLLO.
- Crecimiento económico en
los sesenta.
Los tres grandes
motores sobre los que se asentó el crecimiento económico español fueron: el
turismo, la emigración de mano de la obra, sobre todo a Europa, y las
inversiones extrajeras.
En los años sesenta
el turismo se convirtió en la primera industria nacional.
Varios factores favorecieron esto tales como el sol, los monumentos artísticos
españoles y principalmente el bajo nivel de los precios respecto de Europa.
El desarrollo del
turismo tuvo efectos inmediatos: económicos, medioambientales y sociales. El
turismo produjo un aumento del sector terciario. También produjo la destrucción
de parte de los paisajes naturales del Mediterráneo. Por último, transformó los
hábitos culturales y las formas de vida de los españoles.
El comienzo de
la emigración fue una consecuencia del Plan de Estabilización
del año 1959, que hizo crecer el paro. Por ello, el Estado español dio
facilidades a la emigración.
En líneas
generales, los emigrantes españoles se instalaron en los países más
desarrollados de Europa, como Alemania, Francia o Suiza.
Desde el punto de
vista económico, la emigración tuvo consecuencias positivas ya que propició la
capitalización y mejoró la formación profesional.
La procedencia de
las inversiones extrajeras fue fundamentalmente
estadounidense, suiza, alemana, francesa y británica. La inversión se dirigió a
la industria química, al comercio y a la alimentación. Algunas causas de esta
inversión extrajera fue la mano de obra barata existente en España y el mercado
nuevo en vías de expansión. Esta inversión proporcionó nuevas tecnologías.
En agricultura,
las medidas tomadas tuvieron un resultado muy lento. Aún más lenta fue la
transformación de los regadíos y la de las fincas situadas en zonas de
latifundio a fin de lograr una explotación más rentable.
Se puede decir que
España estaba ausente de modernización.
La emigración al
extranjero apartó un millón de personas activas del campo, lo que produjo una
inmediata subida de los salarios agrícolas haciendo que pequeñas propiedades
tendieran a desaparecer.
Los problemas en la
agricultura solo se solventarían si se produciesen las cantidades oportunas de
las cosechas más necesarias al menor costo posible.
Los Planes
de Desarrollo fueron un intento de planificar el crecimiento económico
español a lo largo de los años 60. Pero en realidad no pasaron de ser un
fórmula de previsión bastante imperfecta, pues no fueron trazados por
economistas, son por un hombre de la Administración como Laureano López Rodó.
El crecimiento
industrial logrado en la década de los sesenta fue espectacular. Se logra
explicar por la existencia de un mercado interior capaz de una gran demanda y
por la apertura al exterior de la economía española.
La transformación
económica de España fue tan intensa y rápida que muchos hablan de revolución o
milagro español.
A comienzos de los
años sesenta, España era una de las doce potencias industriales más importantes
del mundo.
En 1950 España
firmó un Tratado de Asociación con el mercado Común, manteniéndose con éste un
tercio del comercio.
Pero también hubo
problemas: el comercio exterior aún era pequeño comparado con el de los países
europeos, la industria seguía estando excesivamente intervenida desde el
interior y poco abierta al exterior y por último, como ya se ha comentado
antes, la agricultura tenía problemas de modernización y productividad.
También la sociedad
se modernizó. Hubo cambios en la demografía, migración y estratificación
social.
El demografía
disminuyó la tasa de mortalidad pero también la de natalidad, al igual que en
Europa occidental.
Hubo muchos
movimientos migratorios interiores hacia las costas y hacia Madrid. La
población española se hizo cada vez más urbana.
Durante los años
sesenta también se produjeron cambios en la estratificación social. Aumentó el
papel del proletariado industrial especificado. Emergieron unas nuevas clases
media fruto del desarrollo económico. Y por primera vez, el Estado se gastó más
en educación que en el ejército en el año 1970.
- Nueva política
aperturista.
La apertura en el
régimen franquista fue obra de toda una generación de dirigentes y no solo de
un sector, los técnicos formaron una clientela en torno al almirante Carrero
Blanco. López Rodó entró en el gobierno en 1965 procedente del Plan de
Desarrollo.
El gabinete de 1965
llevó a cabo la institucionalización del régimen en un periodo muy corto de
tiempo. De entre las diferentes normas creadas hay que destacar la Ley de
Prensa y la Ley Orgánica.
La Ley de
prensa de 1966 tuvo un efecto muy positivo y produjo la multiplicación
inmediata de nuevas publicaciones. Con esta ley desaparecía el régimen de
censura previa, pero el Estado podía inspeccionar las publicaciones y controlar
las noticias extranjeras mediante la agencia EFE. Fue llevada a cabo con gran
dureza para no mostrar un sistema en exceso tolerante.
En la Ley Orgánica
se reconocía la figura del presidente del gobierno, pero el cargo no fue
ocupado por nadie. La verdadera novedad era la aparición de un sector en las
Cortes, el de los llamados procuradores familiares, sujetos a un
tipo de elección directa, pero que exigía tomar en consideración a la opinión
pública. Los puestos estaban limitados a los que contaran con cierta fortuna o
tuviesen apoyos financieros.
Pronto se hicieron
patentes las limitaciones a la apertura y la división interna en la clase
política del régimen. El primero de estos fenómenos se hizo patente en la
legislación destinada a complementar la Ley Orgánica: la Ley del Movimiento
Nacional de 1969. Otra Ley de Asociaciones Políticas acabó quedando encallada.
Más importante fue
la nueva Ley Sindical, que suponía una relativa democratización y pretendía
convertir al sindicalismo en una especie de organización autónoma que elegiría
su ministro e impulsaría una política social propia.
A la hora de elegir
su sucesor, Franco barajó varios nombres pero optó finalmente por
do Juana Carlos, hijo de don Juan.
El príncipe se
había casado en 1962 con doña Sofía y se habían instalado al año siguiente en
el palacio de la Zarzuela. Fue sometido a severas observaciones por Franco, que
siempre pensó en la Monarquía como una fórmula de continuidad del régimen y no
como su sustituta.
El Príncipe se dio
cuenta de esta realidad y a partir de 1965 se adoptó a las circunstancias.
La decisión de
Franco tardó en llegar y, fue a parar sobre don Juan Carlos, apoyado por
Carrero Blanco y López Rodó. No hubo notificación previa a don Juan y la
decisión fue aceptada por las Cortes.
- Aparición de la oposición.
La oposición estaba
organizada en diversos grupos que tenían como común denominador el europeísmo
de todos sus componentes.
En junio de 1962 se
reunieron en Munich un centenar de personas procedentes del
exilio y del interior. Su objetivo era debatir una resolución sobre “España y
Europa”. Los dos personajes más importantes den la reunión fueron Gil Robles,
católico, y Salvador de Madariaga, republicano liberal. El único grupo
importante de la oposición que no asistió fue el Partido Comunista, contrario
al europeísmo.
Entonces Franco
suspendió parcialmente el Fuero de los españoles y los asistentes procedentes
de España fueron obligados a exiliarse o fueron confinados.
Por ese tiempo ya
estaba tomando el relevo de la oposición política la oposición
de carácter social. Comenzó a principios de los años 60 y no estuvo dominada
por la oposición política. Además, su existencia debilitó el régimen.
La oposición
social empezó como un desvío del catolicismo organizado; luego tomó la
vanguardia de la protesta en el mundo universitario y, en tercer lugar, se
extendió la protesta obrera.
El catolicismo
organizado, más que tratarse de una alternativa global en contra del
régimen, era un vehículo de reivindicaciones concretas. Se divulgó su ideario,
en parte gracias a la revista Cuadernos
para el Diálogo, que poco a poco agrupó al total de la oposición.
La verdadera
difusión de la oposición estudiantil se produjo en los años
sesenta. A comienzos de la década el sindicato oficial de estudiantes (SEU)
permitió elecciones en los escalones representativos inferiores, aunque los
superiores fueran nombrados desde el poder político. De esta forma se pudo
producir toda un sublevación en contra del sindicato oficial a la que se
unieron algunos profesores. Se comenzaron crear Asambleas de estudiantes que
lucharon frontalmente contra el régimen.
En la segunda mitad
de la década de los 60, el régimen parecía dar por imposible controlar las
Universidades. Entre el profesorado, se había reducido drásticamente el número
de partidarios del régimen.
Siempre existió
una oposición sindical al franquismo, pero hasta bien entrados
los años 60, la huelga era ilegal y las organizaciones obreras permanecían
demasiado aisladas. Era necesaria una acción legal.
A partir de 1965 se
legalizó la huelga con fines exclusivamente económicos. De las huelgas
asturianas del año 1962 deriva el sindicalismo de la etapa final del franquismo
e incluso el actual. Un factor decisivo que contribuye a explicar el nacimiento
de un nuevo sindicalismo fue la aparición de algunos grupos obreros de
procedencia católica.
El Partido
Comunista obtuvo un mayor rendimiento gracias a la creación del sindicato Comisiones
Obreras. De esta manera, el partido comenzó a abandonar su aislamiento de
la sociedad española. Además, se hizo cargo de la dirección del partido una
generación más joven. Los principales dirigentes fueron Santiago Carrillo y
Fernando Claudín.
El
nacional-catolicismo de la etapa anterior hacía vincular a la Iglesia con un
Estado dictatorial hasta el punto que era difícil diferenciales.
A finales de los
años 50 surgió una corriente autocrítica dentro del catolicismo español, sobre
todo, en algunos intelectuales, que se reunieron en unas Conversaciones
Católicas en San Sebastián y Gredos. Estas reuniones prefiguraron lo que más
tarde sería el impacto en España del Concilio Vaticano II. Demostraron una
nueva mentalidad más parecida a la del catolicismo europeo.
Sin duda fue el
Concilio Vaticano II el que divulgó este tipo de posturas. Como consecuencias
de éste se aprobó una Ley de Libertad Religiosa en 1967, que suponía una
considerable mejora de la situación legal en España de los cultos no católicos.
Como consecuencia
de la transformación de la Iglesia española, el franquismo hubo de hacer frente
a esta nueva oposición que se había abierto contra él.
La disonancia entre
las autoridades políticas y religiosas se agudizó en los últimos años del
régimen franquista y afectó a todos los aspectos de su relación.
- LA ÉPOCA FINAL.
- Problemas internos.
Disminuyó la
importancia del movimiento de oposición estudiantil mientras que iba cobrando
más pujanza la protesta obrera. Ésta última fue la desencadenante de la
represión del régimen. El aumento vertiginoso del número de huelgas vino
acompañado de un aumento también de la represión.
En los últimos años
del régimen franquista el sindicato obrero clandestino de mayor importancia
seguía siendo Comisiones Obreras, en el que el Partido Comunista tenía clara
mayoría.
Otro problema fue
el del terrorismo. En 1952 surgió en el seno de la organización estudiantil
vasca un grupo denominando Ekin, partidario del activismo en la
acción. Este grupo atrajo a algún sector de las Juventudes del PNV. Finalmente,
en 1959 nació ETA, cuyas siglas significan “Euskadi y libertad”.
Comenzó siendo una
organización formada por estudiantes y plagada de debates, pero a principios de
los sesenta se radicalizó su ideología. Entre 1966 y 1968 ETA se configuró como
un movimiento terrorista.
La dura represión
llevada a cabo por el estado de excepción decretado por el régimen franquista
en 1967 provocó en ETA una mayor violencia. Como reacción el régimen publicó un
decreto sobre bandidaje y terrorismo. En 1969 el estado de excepción provocó la
detención de unos 2.000 detenidos.
A comienzos de 1970
pareció que se iba a liquidar al grupo ETA pero, la celebración del juicio
de Burgos en contra de un grupo de militantes de esta organización
produjo una reacción solidaria por parte de la oposición y de la totalidad del
País Vasco.
El atentado contra
el presidente del gobierno, almirante Carrero Blanco, en diciembre de 1973,
estuvo planeado en un principio como un secuestro, pero ETA se dio cuenta de la
imposibilidad de este acto y decidió acabar con su vida.
Pasando a los
problemas internos del gobierno de 1969, se ha de mencionar antes la
homogeneidad de este gobierno, que le permitió enfrentarse de una manera
coordinada a los problemas que se le planteaban.
En aquellos
momentos uno de los problemas clave fue el del asociacionismo político. Se
acabó por aceptar la posibilidad de una reforma en sentido democrático.
En junio de 1973
Franco nombró presidente del gobierno a Luis Carrero Blanco, quien formó un
gabinete algo más plural. Pero la Operación Ogro de ETA acabó
con su vida en un atentado.
A la muerte de
Carrero Blanco fue nombrado presidente del gobierno Carlos Arias
Navarro, que no era partidario de reformas, sino de mantener lo que ya
existía.
En un primer
momento prometió todo un programa de realizaciones que dio lugar a grandes
esperanzas.
Sin embargo muy
pronto se demostraron las insuficiencias y crecientes dificultades que tenía
que afrontar ese programa. Además, en octubre de 1973 se había producido un
aumento de los precios del petróleo, lo que acarreó una crisis económica.
También por esas fechas, alrededor de junio de 1974, entraron en crisis dos
regímenes dictatoriales europeos con ciertas similitudes al franquismo, fueron
el de Portugal y el de Grecia.
A sumar a estos
problemas hay adicionar el empeoramiento de la salud del general Franco, que
cedió temporalmente sus poderes a don Juan Carlos.
A su vuelta tras la
enfermedad de 1974 del general Franco, se produjo una embestida en contra de
los sectores más aperturistas del gobierno de Arias Navarro.
La protesta por la
ejecución de cinco terroristas en septiembre de 1975 dio la sensación de que
España volvía a las peores etapas del aislacionismo.
La oposición
radical. A partir de 1973 aumentó de forma considerable la protesta social.
El terrorismo se estableció incapaz de sustituir al régimen, pero mostraba la
importancia del Estado en su política.
Antes de la muerte
del general Franco se produjo una división del nacionalismo vasco más radical
entre dos sectores. ETA politico-militar, de donde surgiría Herri
Batasuna. ETA militar era partidaria del terrorismo.
Además de ETA,
desde 1973, surgieron pequeños grupos de procedencia comunista prochina como,
por ejemplo, los GRAPO.
La oposición
moderada. Dentro de esta oposición estaban los movimientos centristas.
Algunos miembros consideraban a Juan de Borbón la alternativa liberal a una
Monarquía como la de su hijo, a la que atribuían una excesiva dependencia del
régimen.
Otros grupos de
esta oposición fueron los democristianos y los seguidores de Dionisio Ridruejo,
el cual formó un grupo liberal-social que sin embargo no llegó a desempeñar un
papel importante en la transición debido a su temprana muerte, poco antes que
la de Franco.
En los años finales
del franquismo apareció Convergencia Democrática de Catalunya, y
otros grupos de oposición en el País Vasco.
También a mediados
de 1973 se creó un grupo de pensamiento denominado Tácito, que
publicaba sus artículos en el diario Ya y agrupaba a militantes de la oposición partidarios de
la democracia.
Cabe decir que el
carlismo evolucionó hacia un socialismo autogestionario.
El PSOE parecía
apto para conseguir el apoyo de amplios sectores sociales pero debía tener unos
dirigentes más jóvenes. El Congreso de Suresnes (1974) supuso la victoria
definitiva de Felipe González sobre Nicolás Redondo. Pero el PSOE apenas tenía
afiliados.
El PCE parecía
destinado a desempeñar mayor protagonismo por su mayor número de afiliados y su
mejor organización. Disponía además de un liderazgo claro y poco disputado -Santiago
Carrillo-.
Su forma de regirse
como partido tenía poco de democrática y estaba indudablemente vinculada con la
Unión Socialista.
A comienzos de los
años setenta hubo un PCE marxista-leninista de tendencia prochina. Y una
derivación de él practicó el terrorismo (el FRAP).
Entre los grupos de
la oposición moderada hubo intentos de establecer una acción conjunta. Algunos
dieron resultado y surgieron, entre otras, la Junta Democrática y la Plataforma
de Convergencia Democrática.
- Descolonización.
El ministro de
Asuntos Exteriores desde 1969 hasta 1973 fue Gregorio López Bravo.
Sus sucesores (López Rodó y Cortina Mauri) duraron demasiado poco como para
poder definir una política propia.
La relación con
EE.UU. siguió siendo una pieza esencial en la diplomacia del régimen. Pero
España quería el apoyo de éstos para entrar en el Mercado Común o en las
reivindicaciones de Gibraltar, mientras que los EE.UU. pedían apoyo para vencer
el comunismo. En 1970 firmaron un acuerdo ambas partes que insistía en los
aspectos culturales y económicos más que antes.
En cuanto a Europa,
España se abrió al Mercado Común y por primera vez lo hizo a los países del
Este.
Respecto de la
descolonización, España buscó apoyo para conseguir hacer suyo Gibraltar, pero
de poco le sirvió el apoyo conseguido de la ONU.
Mientras tanto se
llevaba a cabo la verdadera descolonización española en África. En los sesenta,
Guinea ya no pudo resistirse más al proceso histórico que vivía el continente.
En 1963 se le concedió cierta autonomía y en 1968 se votó la independencia en
un referéndum. En 1969 también fue cedida Ifni.
En octubre de 1975
España se disponía a realizar un referéndum sobre la independencia del Sahara,
pero el rey de Marruecos reaccionó organizando la llamada “Marcha Verde”,
donde civiles desarmados se agolparon en las fronteras para presionar a la
potencia administrativa.
- Muerte de Franco.
A partir de
mediados de octubre de 1975 Franco sufrió sucesivos infartos: el 3 de noviembre
fue operado de una peritonitis.
La crisis económica
empeoró por una subida grande de los precios del petróleo. Además, el
crecimiento económico de los años anteriores había creado una expectativas que
no tenían en cuenta las posibles debilidades a corto plazo.
La debilidad
política del régimen hizo que se retrasaran las respuestas en el terreno
económico. El paro no había sido un problema grave en la economía española
hasta el momento, pero en 1975 alcanzaba ya el 5%.
En la clase
política más joven existió una creciente tendencia a considerar que la
democracia era inevitable. También en la vida social española comenzaron a
ganar peso valores como la justicia, la libertad y la democracia.
En la fase final
del franquismo hubo dos fenómenos muy característicos, como son la homologación
de las inquietudes con las de otros países europeos y la recuperación de las
tradiciones culturales perdidas como consecuencia de la guerra civil. También
en este periodo se recuperó parte del mundo exiliado español.
En esta época
surgió un peculiar espíritu que empujaba al abandono del realismo y a la
búsqueda de la subjetividad y del experimentalismo.
El 20 de noviembre
de 1975 murió el general Francisco Franco tras 39 años de dictadura. Su cuerpo
yace en la Basílica del Valle de los Caídos, en Madrid.
Inmodesto
provocativo.
Alcanzó una
posición social superior a su calidad.
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