El positivismo
de Comte aspiraba
a una transformación de la sociedad, pero dentro de una orientación
conservadora, científica y conservadora, que respondía a los intereses de la
burguesia. Comte, en definitiva, no alcanzó a ver cuales serían las
consecuencias sociales de la revolución industrial en la sociedad del siglo
XIX. La difusión de ideas socialistas y anarquistas se debe a que se presentan
como una respuesta a una situación real: la miseria del proletariado y la
crisis de capitalismo liberal. El movimiento obrero, adopta entonces, estas
ideas.
En Francia, los
primeros socialismtas se enfrentan con las consecuencias de la revolución
industrial y proponen porgramas de transformación de caracter utópico
inspirados en Rousseau,
ideales románticos y cierta mentalidad positivista. Marxconsiderará a este socialismo
utópico y acientífico. Como sea, se trata de una filosofía de la historia y del
hombre de caracter optimista. Son sus representantes Sain Simon, Fourier y
Proudhon, quien por su concpeción del estado y la libertad podría ser
considerado anarquista. Tambien Owen, en Inglaterra. El socialismo utópico
desaparece cuando la lucha política y económica, así como la crítica a la
economía liberal, comienzan a dar lugar a otras posiciones más realistas.
El socialismo es,
en síntesis, la teoría, doctrina o práctica social que promueve la posesión
pública de los medios de producción y su admistración también pública, en pro
del interés de la sociedad en general y no en favor de clases o grupos
particulares.
Consiste en no
admitir como validos científicamente otros conocimientos, sino los que proceden
de la experiencia, rechazando, por tanto, toda noción a priori y todo concepto universal
y absoluto. El hecho es la única realidad científica, y la experiencia y
la inducción,
los métodos exclusivos
de la
ciencia. Por su lado negativo, el positivismo es
negación de todo ideal, de los principios absolutos
y necesarios de la razón, es decir, de la metafísica.
El positivismo es una mutilación de la inteligencia humana,
que hace posible, no sólo, la metafísica, sino la ciencia misma.
Esta, sin los principios ideales, queda reducida a una nomenclatura de
hechos, y la ciencia es una colección de experiencias, sino la idea general,
la ley que
interpreta la experiencia y la traspasa. Considerado como sistema religioso,
el positivismo es el culto de la humanidad como ser total y simple o singular.
- Evolución.
El término
positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés
del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se
remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simon,
y al filósofo alemán Immanuel Kant.
Comte eligió la
palabra positivismo sobre la base de que señalaba la realidad y tendencia
constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. En general,
se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la
humanidad a través del conocimiento científico,
y por esta vía, del control de
las fuerzas naturales. Los dos componentes principales del positivismo,
la filosofía y
el Gobierno (o programa deconducta individual
y social), fueron más tarde unificados por Comte en un todo bajo la concepción
de una religión,
en la cual la humanidad era el objeto de culto. Numerosos discípulos de Comte
rechazaron, no obstante, aceptar este desarrollo religioso
de su pensamiento,
porque parecía contradecir la filosofía positivista original. Muchas de las
doctrinas de Comte fueron más tarde adaptadas y desarrolladas por los filósofossociales
británicos John Stuart Mill y Herbert Spencer así como por el filósofo y físico
austriaco Ernst Mach.
- Comte, Augusto (1798-1857).
Filósofo
positivista francés, y uno de los pioneros de la sociología.
Nació en Montpellier el 19 de enero de 1798. Desde muy temprana edad rechazó el
catolicismo tradicional y también las doctrinas monárquicas. Logró ingresar en
la Escuela Politécnica
de París desde 1814 hasta 1816, pero fue expulsado por haber participado en una
revuelta estudiantil. Durante algunos años fue secretario particular del
teórico socialista Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon, cuya
influencia quedaría reflejada en algunas de sus obras. Los últimos años del
pensador francés quedaron marcados por la alienación mental, las crisis de
locura en las que se sumía durante prolongados intervalos de tiempo.
Murió en París el 5 de septiembre de 1857.
Para dar una
respuesta a la revolución científica, política e
industrial de su tiempo, Comte ofrecía una reorganización intelectual, moral y
política del orden social. Adoptar una actitud científica
era la clave, así lo pensaba, de cualquier reconstrucción.
Afirmaba que del
estudio empírico del proceso histórico,
en especial de la progresión de diversas ciencias interrelacionadas,
se desprendía una ley que denominó de los tres estadios y que rige el
desarrollo de la humanidad. Analizó estos estadios en su voluminosa obra Curso de filosofía positiva (6
vols., 1830-1842). Dada la naturaleza de
la mente humana, decía, cada una de las ciencias o ramas del saber debe pasar
por "tres estadios teoréticos diferentes: el teológico o estadio ficticio;
el metafísico o estadio abstracto; y por último, el científico o
positivo". En el estadio teológico los acontecimientos se explican de un
modo muy elemental apelando a la voluntad de los dioses o de un dios. En el
estadio metafísico los fenómenos se explican invocando categorías filosóficas
abstractas. El último estadio de esta evolución,
el científico o positivo, se empeña en explicar todos los hechos mediante la
aclaración material de las causas. Toda la atención debe
centrarse en averiguar cómo se producen los fenómenos con la intención de
llegar a generalizaciones sujetas a su vez a verificaciones observacionales y
comprobables. La obra de Comte es considerada como la expresión clásica de la
actitud positivista, es decir, la actitud de quien afirma que tan sólo las
ciencias empíricas son la adecuada fuente de conocimiento.
Cada uno de estos
estadios, afirmaba Comte, tiene su correlato en determinadas actitudes políticas.
El estadio teológico tiene su reflejo en esas nociones que hablan del Derecho
divino de los reyes. El estadio metafísico incluye algunos conceptos tales como
el contrato
social, la igualdad de
las personas o la soberanía popular.
El estadio positivo se caracteriza por el análisis científico
o "sociológico" (término acuñado por Comte) de la organización política.
Bastante crítico con los procedimientos democráticos,
Comte anhelaba una sociedad estable
gobernada por una minoría de doctos que empleara métodos de la ciencia para
resolver los problemas humanos
y para imponer las nuevas condiciones sociales.
Aunque rechazaba la
creencia en un ser transcendente, reconocía Comte el valor de
la religión, pues contribuía a la estabilidad social. En su obra Sistema de Política Positiva (1851-1854;
1875-1877), propone una religión de la humanidad que estimulara una benéfica
conducta social. La mayor relevancia de Comte, sin embargo, se deriva de su
influencia en el desarrollo del positivismo.
- La Ley de los tres Estados.
Según Comte, los
conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos, tanto en el individuo como
en la especie humana. La ley de los tres estados, fundamento de la filosofía
positiva, es, a la vez, una teoría del
conocimiento y una filosofía de la historia.
Estos tres estados se llaman:
- Teológico.
- Metafísico.
- Positivo.
- Estado
Teológico:
Es ficticio,
provisional y preparatorio. En él, la mente busca las causas y los principios
de las cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. Hay en él tres fases
distintas:
- Fetichismo: en que se
personifican las cosas y se les atribuye un poder mágico
o divino.
- Politeísmo: en que la
animación es retirada de las cosas materiales para
trasladarla a una serie de divinidades, cada una de las cuales presenta
un grupo de
poderes: las aguas, los ríos, los bosques, etc.
- Monoteísmo: la fase
superior, en que todos esos poderes divinos quedan reunidos y concentrados
en uno llamado Dios.
En este estado,
predomina la imaginación, y corresponde a la infancia de
la humanidad. Es también, la disposición primaria de la mente, en la que se
vuelve a caer en todas las épocas, y solo una lenta evolución puede hacer que
el espíritu humano de aparte de esta concepción para pasar a otra. El papel
histórico del estado teológico es irremplazable.
- Estado
Metafísico:
O estado abstracto,
es esencialmente crítico, y de transición, Es una etapa intermedia entre el
estado teológico y el positivo. En
el se siguen buscando los conocimientos absolutos. La metafísica intenta
explicar la naturaleza de los seres, su esencia, sus causas. Pero para ello no
recurren a agentes sobrenaturales, sino a entidades abstractas que le confieren
su nombre de ontología.
Las ideas de principio, causa, sustancia, esencia, designan algo distinto de
las cosas, si bien inherente a ellas, más próximo a ellas; la mente que se
lanzaba tras lo lejano, se va acercando paso a paso a las cosas, y así como en
el estado anterior que los poderes se resumían en el concepto de Dios, aquí es
la naturaleza, la gran entidad general que lo sustituye; pero esta unidad es
más débil, tanto mental como socialmente, y el carácter del
estado metafísico, es sobre todo crítico y negativo, de preparación del paso al
estado positivo; una especie de crisis de pubertad en
el espíritu humano, antes de llegar a la adultes.
- Estado
Positivo:
Es real, es
definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación.
La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y
sus leyes.
No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible.
El positivismo se atiene a lo positivo, a lo que está puesto o dado: es la
filosofía del dato. La mente, en un largo retroceso, se detiene a al fin ante
las cosas. Renuncia a lo que es vano intentar conocer, y busca sólo las leyes
de los fenómenos.
- EL CARACTER SOCIAL DEL
ESPIRITU POSITIVO.
El espíritu
positivo tiene que fundar un orden social. La constitución de
un saber positivo es la condición de que haya un autoridad social
suficiente, y esto refuerza el carácter histórico del positivismo.
Comte, fundador de
la Sociología, intenta llevar al estado positivo el estudio de la
Humanidad colectiva, es decir, convertirlo en ciencia positiva. En la sociedad
rige también, y principalmente, la ley de los tres estados, y hay otras tantas
etapas, de las cuales, en una domina lo militar.
Comte valora
altamente el papel de organización que corresponde a la iglesia católica;
en la época metafísica, corresponde la influencia social a los legistas; es la
época de la irrupción de las clases medias, el paso de la sociedad militar a la
sociedad económica; es un período de transición, crítico y disolvente; el
protestantismo contribuye a esta disolución. Por último, al estado positivo
corresponde la época industrial, regida por los intereses económicos, y en ella
se ha de restablecer el orden social, y este ha de fundarse en un poder mental
y social.
- EL POSITIVISMO Y LA FILOSOFIA.
Es aparentemente,
una reflexión sobre la ciencia. Después de agotadas éstas, no queda un objeto
independiente para la filosofía, sino ellas mismas; la filosofía se convierte
en teoría de la ciencia. Así, la ciencia positiva adquiere unidad y conciencia de
sí propia. Pero la filosofía, claro es, desaparece; y esto es lo que ocurre con
el movimiento positivo
del siglo XIX, que tiene muy poco que ver con la filosofía.
Pero en Comte mismo
no es así. Aparte de lo que cree hacer hay lo que efectivamente hace. Y hemos
visto que:
- Es una filosofía de la
historia (la ley de los tres estados).
- Una teoría metafísica de la
realidad, entendida con caracteres tan originales y tan nuevos como el ser
social, histórica y relativa.
- Una disciplina filosófica
entera, la ciencia de la sociedad; hasta el punto de que la sociología, en
manos de los sociólogos posteriores, no ha llegado nunca a la profundidad
de visión que alcanzó en su fundador.
Este es, en
definitiva, el aspecto más verdadero e interesante del positivismo, el que hace
que sea realmente, a despecho de todas las apariencias y
aun de todos los positivistas, filosofía.
- EL SENTIDO DEL POSITIVISMO.
Esta ciencia
positiva es una disciplina de modestia; y esta es su virtud. El saber positivo
se atiene humildemente a las cosas; se queda ante ellas, sin intervenir, sin
saltar por encima para lanzarse a falaces juegos de
ideas; ya no pide causas, sino sólo leyes. Y gracias a esta austeridad logra
esas leyes; y las posee con precisión y con certeza.
Una y otra vez
vuelve Comte, del modo más explícito, al problema de la historia, y la reclama
como dominio propio
de la filosofía positiva. En esta relación se da el carácter histórico de esta
filosofía, que puede explicar el pasado entero.
Socialismo
El socialismo es el control por parte de la
sociedad, organizada como un entero, sobre todos sus integrantes, tanto los
medios de producción como las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las
mismas.1 2 El socialismo implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva consciente de la vida social y
económica.3 Subsisten sin embargo criterios
encontrados respecto a la necesidad de la centralización de la administración
económica mediante el Estado como única instancia colectiva en el
marco de una sociedad compleja,4 frente a la posibilidad de formas
diferentes de gestión descentralizada de la colectividad socialista, tanto por
vías autogestionarias como de mercado. Existen también discrepancias sobre la
forma de organización política bajo el socialismo para lograr o asegurar el
acceso democrático a la sociedad socialista a clases
sociales o poblaciones,5 frente a la posibilidad de una situación autocrática por parte de las burocracias administrativas.6
Las formas históricas de organización social de tipo
socialista pueden dividirse entre determinadas evoluciones espontáneas de
ciertas civilizaciones de carácter religioso y las construcciones políticas
establecidas por proyectos ideológicos deliberados. De éstas se destacan,
respectivamente, el Imperio Inca7 y la Unión Soviética.
Socialismo y movimiento obrero
En un sistema socialista, al establecerse la propiedad
social (colectiva) de los medios de producción, desaparece cualquier forma de
propiedad privada de los bienes de capital y con esta, el capitalismo como forma de apropiación del trabajo asalariado, una forma
de explotación por vía económica. Debido al apogeo intelectual del marxismoentre los
proyectos de reforma social, el ideario comunista influyó en casi todos los futuros
movimientos socialistas. Desde entonces los pensandores socialistas comenzaron
a considerar la socialización de la economía como un interés vital para el proletariado industrial y un resultado históricamente
necesario a la vez corolario de la toma del poder político por dicha clase.
Sintetizado a partir de las ideas y escritos de distintos grupos y pensadores
que buscaban alumbrar un sistema distinto en términos de justicia, el
socialismo recibió un impulso distinto de la teoría marxista que desprende al
socialismo de todo idealismo moral y político, y lo fundamenta como
una necesidad para el desarrollo del presente período tecnológico, que es lo
único que podría hacerlo realizable (no-utópico) según la doctrina del materialismo histórico. Dentro de
la secuencia histórica de los modos de producción esbozada por Friedrich
Engels, el capitalismo es la última sociedad con clases y el
socialismo el primer paso a su extinción: las clases
sociales se consideran
generadas por los diferentes e interdependientes orígenes sociales del ingreso,
y al proletariado como la primera clase trabajadora sin
vías propias de adquisición privada, capaz por ende de sobrevivir a una
socialización de la producción y finalmente a su propia desaparición como clase
en una fase comunista, dando así por superada la lucha de
clases como motor
del progreso histórico.8
Socialismo y comunismo
A diferencia de lo que sucede con el concepto de
"comunismo" (término cuya utilización se remonta a Platón), en el cual
la contribución a la producción común es libre y no planificada mientras que el
consumo se vive en común,9 la palabra "socialismo" (que
apareció por primera vez en 1834 bajo los auspicios de Robert Owen) describe la
organización colectiva de la producción y la distribución en tanto el consumo
permanece siendo particular.10 En el siglo XIX en proceso de proletarización masiva por
el ascenso del capitalismo industrial, la idea socialista evolucionó como
concepto e ideología de economía política proponiendo un sistema social, económico
y político basado en la organización consciente (planificada) de la producción
de acuerdo a unos fines preestablecidos de contribución al bien general: sería
el denominado movimiento socialista (en algunos lugares movimiento para la
reforma del trabajo).
Con el surgimiento del "marxismo", los
medios socialistas y los fines comunistas son absorbidos y reformulados dentro
de una sola doctrina que entiende ambos sistemas como dos pasos históricamente necesarios en el desarrollo de una
sociedad escindida por la lucha de
clases hacia una
etapa comunista final sin clases. El movimiento comunista, que ya había surgido
colectivistas de la Revolución francesa como movimientos remanentes (véase el
comunismo de Babeuf y la Conspiración de los Iguales) y había
dejado de ser un activismo social cambiante durante diferentes períodos
históricos para convertirse en activismo político, se transforma en partido e
ideología gracias a la introducción por parte de Karl Marx de las ideas de los doctrinarios
socialistas (por entonces tomadas seriamente), adoptando un sólido cuerpo
doctrinal del que carecía. Mientras que gracias al marxismo las ideas
socialistas y comunistas se desprenden del idealismo y se unifican en un solo movimiento
ideológico llamado Comunismo.
Socialismo como movimiento político
Por extensión se define como socialista a toda
doctrina o movimiento que aboga por su implantación. Frecuentemente coexisten
diferentes movimientos políticos que adoptan el título de Socialismo: desde
aquellos con vagas ideas de búsqueda del bien común e igualdad
social, hasta los proyectos reformistas de construcción
progresiva de unEstado
socialista en términos
marxistas, o las variantes pre y post-marxistas de socialismo (sean obreristas
o nacionalistas), o al intervencionismo,
definiciones de socialismo o de sus métodos que pueden variar drásticamente
según varíen los interlocutores políticos y que algunas veces se distancian en
mayor o menor medida de su etimología:estatistas, nacionalistas, marxistas, cooperativistas,
corporativistas gremiales clásicos, corporativistas de Estado o fascistas, socialistas
de renta, socialistas de mercado,mutualistas, socialdemócratas modernos, etc.
El socialismo continúa siendo un término de fuerte
impacto político, que permanece vinculado con el establecimiento de un orden
socioeconómico construido por, para, o en función de, una clase trabajadora
organizada originariamente sin un orden económico propio, y para el cual debe
crearse uno público (por vía del Estado o no), ya sea mediante revolución o
evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de
construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras;
idea esta última que no era originaria del ideario socialista sino del
comunista y cuya asociación es deudora del marxismo-leninismo. La
radicalidad del pensamiento socialista no se refiere tanto a los métodos para
lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.
Explicación previa al contexto
En la práctica el significado de
facto del socialismo ha
ido cambiando con el transcurso del tiempo. Muchos de los denominados
socialistas derivaron históricamente en la búsqueda de instaurar un Estado obrero
organizado de abajo hacia arriba. Otros mientras tanto continuaron rechazando
la vía de expresión democrática en la cual modelos políticos de acción del
pueblo se amparan para dar paso a modelos de extrema izquierda y derivados del
mismo sentir como lo son el comunismo.
La ideología con que muchas veces se relaciona en la
actualidad al sistema del socialismo es con una interacción de la
nacionalización de todo recurso económico y la implementación de un gobierno comunista. Por otro
lado, gran parte de los movimientos políticos contemporáneos traslucen la
ideología del mismo con una visión abstracta política híbrida la cual han
denominado como socialdemócrata, un término
que alude a proyectar la disparidad de las diferencias económicas entre
personas con el fin de distribuir toda riqueza acumulada por individuos y
gobierno entre todas las partes de forma arbitraria y limitada. En este modelo
las personas de clase alta se les requiere pagar impuestos más altos que a la
media, de manera tal que paulatinamente disminuya la riqueza de los mismos y la
riqueza llegue a manos del gobernante vigente y este decida distribuir la
riqueza en su criterio. Razón por la cual en la actualidad la mayoría del
"socialismo" y de esta palabra se identifica con los postulados
socialdemócratas y comunistas, incluso por parte de corrientes habitualmente
asociadas a movimientos paralelos a los adoptados por la Unión Soviética, razón por la cual movimientos
socialistas confrontan dilemas ideológicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario