lunes, 11 de noviembre de 2013

LA MONARQUÍA DE 1876


      • EL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN
      • LA GESTACIÓN
      • LAS BASES POLÍTICAS
      • LA DINÁMICA POLÍTICA. EL TURNO
      • LAS CLAVES DE SISTEMA
      • PANORAMA EXTERIOR DE LA RESTAURACIÓN
      • ACEPTACIÓN EXTERIOR
      • POLÍTICA DE RECOGIMIENTO
      • RELACIONES CON EL VATICANO
      • LA TRANSFORMACIÓN ECONÓMICA
      • EL FERROCARRIL
      • LA INDUSTRIA
      • LA AGRICULTURA
      • LA SOCIEDAD DE LA RESTAURACIÓN
      • LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA
      • LA ESTRUCTURA SOCIAL
      • LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
      • LA EDAD DE PLATA EN LA CULTURA ESPAÑOLA
      • UNAS BASES ENDEBLES
      • LA MENTALIDAD POSITIVA
      • EL NATURALISMO
      • LAS ARTES PLÁSTICAS
      • EL SISTEMA POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN.
      • La gestación de la Restauración.
El camino hacia la Restauración de la Monarquía borbónica fue la conspiración más larga y complicada de la historia española durante el siglo XIX.
En junio de 1870 la reina Isabel II abdicó, pero no fue su hijo, el futuro Alfonso XII, sino Antonio Cánovas del Castillo que dirigió la causa de la Restauración monárquica.
En el marco internacional se trató de lograr para la Restauración el respeto de Francia y de Austria-Hungría. La mayoría de obispos se identificaron con el futuro rey Alfonso XII.
Cánovas desconfiaba de los militares y los deseaba controlar. Además veía demasiado influido a Martínez Campos por el sector más moderado (reaccionario) de los monárquicos.
1.1.1 Cánovas del Castillo: el hombre y su programa.
Cánovas del Castillo nació en Málaga en 1828, era trabajador e intelectual, y poseía amplios conocimientos en historia. Su participación en pronunciamientos (como en la “Vicalvarada”) le llevó del moderantismo hasta la Unión Liberal y de allí a tratar de construir un partido conservador. Para él la Monarquía debía fundamentarse en un par de fuerzas que se complementaran y equilibraran: partido conservador + partido liberal.
El programa político de la Restauración se recogió en el Manifiesto de Sandhust de 1874, elaborado por Cánovas.
Don Alfonso no era monarca absoluto, pensaba asegurar dos principios: el liberalismo y el catolicismo.
      • Las bases políticas del nuevo régimen.
1.2.1 La apertura fuera del partido moderado.
Parte de la legislación vigente se vio suspendida. Cánovas utilizó como ministros a personas que participaron en la revolución de 1875.
En los meses iniciales el partido conservador estableció una relación con el monarca que fue fructífera. También eliminó el papel preponderante de los moderados.
Los moderados hubieran querido el inmediato regreso de la soberana y la puesta en vigor de la Constitución de 1845, así como el establecimiento de la unidad católica.
La política de Cánovas admitió el matrimonio civil para los no católicos y respetó el Concordato, pero no persiguió a los disidentes religiosos. En las primeras elecciones aceptó el sufragio universal.
1.2.2 Las características de la Constitución de 1876.
Las elecciones de 1876 dieron la victoria al gobierno, pero con poca ventaja sobre el partido opositor.
La Constitución de 1876 se caracterizó por su relativamente corta extensión (13 títulos y 89 art.). Contenía una declaración de derechos semejante a la de 1869.
La soberanía la ejercerían las Cortes con el rey. El p. ejecutivo recaía sobre el Rey y el legislativo era bicameral.
El poder ejecutivo es ejercido por el rey a través del presidente del gobierno. Es el mando supremo del ejército, gobierna por decreto y puede nombrar ministros.
El poder legislativo recae sobre las Cortes y el Rey. Las Cortes se dividen en el Senado (cargo vitalicio, por derecho propio -nobles p. ej.- o por sufragio censatario -mucho dinero-) y el Congreso (primicia legislativa).
El sistema electoral no quedó definido, se anuncia otra ley, es censatario hasta 1890, cuando pasó a ser universal. La figura del Rey es clave.
1.2.3 La resolución de los conflictos.
A principios de 1876 finalizó la “3ª guerra carlista”. En el centro mantenían algunas plazas fuertes, pero Cabrera (gral. Carlista) se sometió a Alfonso XII en 1875. En Cataluña parte del medio rural fue dominado por los carlistas que fueron derrotados por Martínez Campos.
En el norte se prolongó más tiempo hasta que se trasladó allí el grueso de ejército liberal.
Consecuencia inmediata de la derrota carlista fue la reforma del régimen foral (julio 1875). Los vascos quedaron sujetos a impuestos y al servicio Militar. Cánovas reguló los conciertos económicos con cierta autonomía económica.
Otro problema fue la cuestión cubana, que tras la Constitución fue el gral. Martínez Campos quien rápidamente llegó a la Paz de Zanjón en febrero de 1878. Al verano siguiente la ”guerra chiquita” duró poco.
Fue necesario cumplir uno de los compromisos de la abolición de la esclavitud de febrero 1880.
1.2.4 Las limitaciones: el régimen de libertades.
El régimen de libertades resultó estar limitado. La Ley electoral de 1878 fue ya censataria, la de imprenta (1879) creaba tribunales especiales para los delitos relacionados con la libertad de expresión. La Ley de reunión (1880) impedía la celebración del aniversario de la proclamación de la I República.
      • La dinámica política: el turno.
1.3.1 La creación del partido fusionista.
El sistema político de la restauración se basó en el turno pacífico de dos partidos: conservadores y liberales.
Sagasta logró agrupar en mayo de 1880 el partido fusionista, que unía a militares, muchos progresistas y unionistas, y algunos liberales. Alfonso XII llamó al gobierno a este partido en 1881.
1.3.2 El primer gobierno liberal.
Aplicó libertad de cátedra, derecho de reunión y censuraReformó la Hacienda, los impuestos variaron hacia una contribución territorial, la industrial y la de consumos (indirecta).
1.3.3 La ampliación hacia la izquierda.
Este grupo debía absorber a los republicanos, pero Ruiz Zorrilla (dirigente republicano) promovió sublevaciones a través de la Agrupación Militar Republicana que él mismo dirigía.
De manera progresiva Moret y Montero Ríos se separaron de Ruiz Zorrilla y se formó un grupo parlamentario republicano.
Reapareció la conspiración militar y fue necesario ampliar hacia la izquierda del liberalismo. Esto dio lugar a una situación inestable.
Sagasta pidió el sufragio universal.
1.3.4 El nuevo gobierno de Cánovas.
Cánovas volvió al poder con intención de integrar todas las fuerzas políticas. Hubo protestas de la izquierda. El sistema político de la Restauración no estaba consolidado cuando murió Alfonso XII en 1885.
      • Las claves del sistema de la Restauración.
Se trataba de un régimen civil donde los militares carecían de protagonismo político. Trataba de ser un sistema de integración, pero de no monopolizar el poder en un solo partido.
1.4.1 El caciquismo.
Un cacique es una persona (o institución) influyente que manipula a otros en su propio beneficio.
El caciquismo indica la falta de veracidad de los resultados electorales. En los grandes núcleos de pob. los electores votaban voluntariamente, en los distritos rurales, o bien los notables, o el gobierno, presionaban a los votantes a través de las autoridades administrativas o políticas.
El encasillado: manipulación de los resultados de tal modo que la mayoría sea del gobierno pero que la oposición conservara cierta representación.
      • PANORAMA EXTERIOR DE LA RESTAURACIÓN.
      • La aceptación exterior del nuevo régimen.
En el periodo republicano se debilitó la posición internacional de España. Alemania apareció en la política exterior española, ya que dominaba la política exterior europea.
Se debía conseguir que el régimen fuera aceptado en el exterior. Con Francia hubo problemas por que toleraban las partidas carlistas. Entonces se suscribió un acuerdo con Alemania en diciembre de 1877 para que éste apoyara a España en caso de peligro galo.
      • Una política de recogimiento.
La política exterior de Cánovas consistió en no involucrarse en compromisos superiores a sus posibilidades.
La expansión colonial no fue impulsada por el Estado o por los grupos políticos, sino que fue defendida por los intelectuales. En estos añosIradier exploró Guinea.
La relación con Francia y con Inglaterra fue tensa a menudo, por la posesión de Argelia y Marruecos (Fr.) y Gibraltar (GB). Hubo un cierto contencioso con Alemania acerca de las Islas Carolinas -posesión española pero sin ocupación efectiva- que se resolvió mediante un arbitraje del Papa a favor de los alemanes.
      • Las relaciones con el Vaticano.
El Vaticano y el catolicismo tenían una gran influencia en la vida social española. Las relaciones con la Restauración fueron difíciles al principio.
El problema fundamental nació del art. 11 de la Constitución, relativo a la tolerancia religiosa. Los obispos decían que la nueva situación contradecía el Concordato de 1851.
Otra cosa fue que la Iglesia se oponía a la enseñanza obligatoria e impidieron la aprobación de una Ley de instrucción pública.
En los años 80 hubo una profunda división en los católicos españoles acerca del régimen político. Pidal y Mon creó la Unión Católica, grupo colaboracionista vinculado al partido conservador.
A la muerte de Alfonso XII las relaciones eran buenas.
      • LA TRANSFORMACIÓN ECONÓMICA.
      • El ferrocarril, motor del cambio.
Una ley de ferrocarriles del año 1877 permitió que desde 1875 hasta 1895 se duplicara la red llegando a 12.000 Km y siendo el capital español mayor que en otros tiempos.
La red de FF.CC. favoreció la creación de un mercado nacional y la exportación de productos. Además, desde 1882 desarrolló la siderurgia. Hasta fin de siglo => 50 locomotoras y + de 3.000 vagones.
      • La industria.
De la Restauración data el despegue industrial del Cantábrico.
3.2.1 La siderurgia.
La explotación minera y la siderurgia vasca se desarrollaron gracias a las innovaciones técnicas y al incremento del interés británico por el mineral de hierro muy puro y sin fósforo. En la cuenca del Nervión, a cielo abierto y fácil de exportar mediante barcos.
En 1902 se constituyeron los Altos Hornos de Vizcaya y la construcción naval propulsó la siderurgia.
La explotación de piritas de Riotinto multiplicó su producción por diez. Aumentó algo el plomo en Sierra Morena y el sudeste.
3.2.2 La industria textil.
En Cataluña, la industria textil del algodón y la lana tuvo una evolución muy positiva durante los '90. La ley de relaciones comerciales (1882) reservó el mercado antillano para la industria española (+ bien la catalana).
      • La agricultura.
La agricultura estaba centrada en la trilogía mediterránea (trigo, vid y olivo).
Las plagas sufridas por las vides francesas multiplicaron por diez la exportación de vino español a este país.
España pasó de ser un país agrícola a minero.
      • LA SOCIEDAD DE LA RESTAURACIÓN.
      • La evolución demográfica.
4.1.1 El lento crecimiento de la población.
El número de nacimientos y de muertes era alto por lo que el crecimiento se caracterizaba por su lentitud.
Incidencias sanitarias (cólera) o el hambre provocado por una mala cosecha influyeron mucho.
También que la esperanza de vida era muy baja: creció solo desde 29 a 35 en el último cuarto del siglo XIX.
4.1.2 Los movimientos de la población.
Se produjo un creciente grado de urbanización. Las ciudades necesitaron nuevos planes urbanísticos, pronto facilitados por la Ley de expropiación forzosa de 1879.
El desplazamiento de la población rural también tuvo lugar a la América española. Desde mediados de los '80 se produjo una importanteemigración exterior (Argentina y Brasil).
      • La estructura social.
No existían privilegios sociales pero la Ley electoral censataria de 1878 reducía el número de los electores a tan solo un 5% de la población.
4.2.1 La clase alta.
Aristocracia, burguesía-agraria, comercial e industrial y funcionarios profesionales.
La burguesía comercial e industrial pidió (y obtuvo) títulos nobiliarios en la primera etapa de la Restauración.
4.2.2 La clase baja.
La sensación de desigualdad era dominante en este conjunto. Había quien poseía mucha tierra (Salamanca ········· Alicante hacia abajo) -latifundio- y donde estaba más repartida la tierra (al norte).
      • Los movimientos sociales.
La primera eclosión del movimiento obrero español se caracterizó por la clandestinidad dada la limitación existente en las libertades de reunión, expresión y asociación.
4.3.1 Los anarquistas.
Hubo dos tendencias: una más política y otra hacia la violencia.
Por un lado, la Federación Regional Española descendió su número de afiliados. En 1881 en Barcelona quedó constituida la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE) por el proletariado industrial catalán.
La Mano Negra fue parte del campesinado andaluz, excepcionalmente radical y utópico en los '80 de siglo XIX.
4.3.2 El Partido Socialista Obrero Español.
En 1882 el PSOE y UGT (su sindicato) celebraron sendos congresos en Barcelona. El grupo madrileño => + revolucionario. El grupo catalán => + reformista.
Al frente estaba Pablo Iglesias.
4.3.3 El sindicalismo católico.
Se crearon los Círculos Católicos de Obreros por un jesuita, el padre Vicent, y se extendieron por la mitad norte de la Península y por Levante.
4.3.4 Otros movimientos.
A destacar el de “Las Tres Clases del Vapor”, que representaba a un sector social del proletariado industrial español del momento (+ bien a los obreros textiles catalanes).
      • LA EDAD DE PLATA DE LA CULTURA ESPAÑOLA.
El último cuarto del siglo XIX constituyó la Edad de Plata de la cultura española.
      • Unas bases endebles.
Existía una tasa de analfabetismo de entre el 60% y el 70% a fines de siglo XIX. Además, del presupuesto estatal solo el 0'5-1'5% se dedicaba a educación a final de siglo. La escolarización apenas llegaba a la mitad de niños, en secundaria había unas 30.000 personas y la Universidad contaba con unos 300 o 400 catedráticos y 17.000 alumnos (casi 1/3 en Madrid).
      • La mentalidad positivista.
La Restauración aceptó un amplio margen de tolerancia ideológica. Con la llegada de la Restauración se produjo una segunda crisis universitaria debido a las amenazas a profesores por la libertad de cátedra.
Ginés de los Ríos fundó junto a los krausistas la Institución Libre de Enseñanza que tuvo influencia decisiva en la educación española.
A inicios de la Restauración una polémica intelectual enfrentó a Menéndez Pelayo con algunos krausistas. El primero proponía para los jóvenes unos estudios más sólidos y macizos.
El krausismo se vio influenciado por doctrinas filosóficas como el positivismo (que decía algo así como que todo está escrito y no podemos hacer nada para cambiar las cosas, por tanto no tenemos responsabilidades) o el evolucionismo (“la evolución de las especies” de Charles Darwin).
      • El naturalismo.
Autores a destacar: Emilia Pardo Bazán; Leopoldo Alas, “Clarín”; B. Pérez Galdós (Fortunata y Jacinta).
TEMA 10: EL FIN DE SIGLO: EL 98
      • EL PARLAMENTO LARGO
      • LOS LIBERALES
      • LA CONSOLIDACIÓN DEL “TURNISMO”
      • LA CRISIS FINISECULAR
      • LA CRISIS ECONÓMICA DE FIN DE SIGLO
      • LA POLÍTICA DE LOS PRIMEROS AÑOS NOVENTA
      • LA CUESTIÓN SOCIAL Y EL MOVIMIENTO OBRERO
      • DEL REGIONALISMO CULTURAL AL NACIONALISMO POLÍTICO
      • LA SEGUNDA MITAD DE LA DÉCADA: LA GUERRA DE CUBA
      • LAS POSTURAS ANTE LA CUESTIÓN DE CUBA
      • EL DESARROLLO DE LA GUERRA
      • EL DESASTRE DEL 98
      • LAS CONSECUENCIAS POLÍTICAS DEL DESASTRE
      • EL FIN DE SIGLO
      • EL REGENERACIONISMO
      • LA CULTURA
      • EL PARLAMENTO LARGO
      • Los liberales en el poder.
Cánovas del Castillo estuvo dispuesto a abandonar el poder, decisión en la que le siguieron la mayor parte de los conservadores, pero motivó la escisión de un sector capitaneado por Romero Robledo, que ocupó la presidencia del Congreso durante unos meses constituyendo un elemento de enlace entre los dos periodos. El presidente del gobierno era ahora el liberal Sagasta.
      • Las reformas durante el Parlamento largo.
El gobierno de los liberales consolidó el régimen por la alternancia del poder y por las reformas legislativas durante el Parlamento largo (1886-1890).
El programa quedó enunciado por Sagasta en mayo de 1886 y era la lógica continuación de los propósitos del gobierno de 1881. Estaba derivado de la Constitución de 1869 (sufragio universal, juicio por jurado, ley de asociaciones) e incluía reformas en Hacienda y en la Administración colonial.
El ministro de Hacienda, Camacho, planteó reformas y la continuación de la desamortización. Manuel Cassola intentó reformas militares como la implantación del servicio militar obligatorio, ascensos por méritos de guerra y reformas del Estado Mayor. Ambos intentos de reforma fracasaron.
Reformas políticas aprobadas por el gobierno liberal: La Ley de asociaciones (1887) afectó a asociaciones obreras y religiosas. Las religiosas quedaron al margen, aunque luego los liberales utilizaron esta ley para regularizar la presencia de las mismas en España. Ley del jurado (1888) se atribuyeron a esta institución los juicios en materias fundamentales en un Estado liberal, como los delitos de imprenta.
La Ley de sufragio universal (1890) quitó contenido al programa de los republicanos, ya que uno de los puntos del programa era conseguir un sufragio universal.
Hubo una racionalización del Estado y la Administración. El Código Civil (1889) de Alonso Martínez trató temas como el mantenimiento o no de la legislación foral o la coexistencia del matrimonio civil y el religioso.
      • La política exterior.
El ministro de Estado, Moret, fue más partidario de una política exterior más activa que llevó a crear cuatro nuevas embajadas (Londres, Berlín, Roma y Viena) a sumar a las dos existentes hasta entonces (París y el Vaticano).
Moret suscribió con Italia un acuerdo que permitía el acceso a la Triple Alianza (Italia, Alemania y Austria). Las dificultades con Francia por los frecuentes roces en Marruecos llevaron a un acercamiento a Italia. El acuerdo fue secreto y el resto de los componentes de la Triple Alianza no lo suscribieron de forma explícita.
El acuerdo fue renovado en 1891, pero no en 1895. Ni en ese caso España hubiera logrado mantener sus colonias. Gamazo abolió el último vestigio de la esclavitud y fomentó la relación económica entre la metrópoli y Cuba.
      • La consolidación del “turnismo”.
Las dificultades del gobierno presidido por Sagasta arreciaron. Eso adelantó la salida del gobierno de Sagasta y su cesión del poder a los conservadores. Ante la división del partido liberal, el general Martínez Campos recomendó a la regente, en el verano de 1890, el cambio de gobierno.
En el momento en que murió Alfonso XII, supuestamente se acordó verbalmente el “pacto de El Pardo”, llevado a cabo por los dos grandes partidos para su rotación en el poder. Fue una anécdota.
Los republicanos fueron a la contienda electoral unidos con un programa que incluía el sufragio universal y la Constitución de 1869. Esa posibilidad quedó anulada pronto, ya que la sublevación del general Villacampa en Madrid (1886) provocó una radical desunión entre los partidarios de la sublevación militar y los contrarios a la misma. Salmerón se separó del grupo republicano de Zorrilla y formó un nuevo grupo republicano, el centralista, en 1891. Los posibilistas de Castelar quedaron asimilados por el partido liberal.
En el campo católico, en 1888 un grupo de carlistas siguió a Cándido Nocedal en una escisión que se denominó integrismo.
      • LA CRISIS FINISECULAR.
      • La crisis económica de fin de siglo.
Los nuevos medios de comunicación por tierra y por mar introdujo en el mercado mundial nuevos competidores procedentes de las colonias. Consecuencias fueron el descenso de los precios y la detención del crecimiento económico que se había iniciado a mediados de siglo. La respuesta generalizada en todos los países consistió en imponer barreras arancelarias, impuestos que impidieran la entrada de productos extranjeros.
Se produjo una depreciación de la peseta: creció la inflación.
La plaga de la filoxera, que arruinó la vid francesa, se había transmitido también a España.
      • Las repercusiones: crisis social y proteccionismo.
A finales de siglo la cifra de los emigrantes ultramarinos era de 60.000 anuales, de los que la mitad eran agricultores. Hay que sumar también las crisis alimenticias provocadas por las malas cosechas. La suma de estos factores provocó agitación que se manifestó con la celebración deCongresos agrícolas y la creación de una Liga Agraria, que pedía la elevación de la protección arancelaria.
Los aranceles de 1890 y 1891 significaron respectivamente la protección a los intereses trigueros y el endurecimiento de las barreras aduaneras españolas.
      • La política de los primeros años noventa.
      • El nuevo gobierno de Cánovas.
El regreso al poder de los conservadores de 1890 a 1892 no fue más que un breve paréntesis. Los republicanos vencieron en Madrid y Valencia.
Se dividió el partido conservador en dos: Francisco Silvela representaba una política de moralidad y Romero Robledo defendía una política intransigente (también respecto al problema cubano).
      • Nuevo gobierno liberal: el problema colonial.
A fines de 1892 volvieron los liberales con Sagasta a la cabeza. Diversos acontecimientos sucedieron, como los incidentes con los indígenas cerca de Melilla (1893) o los atentados terroristas, que hicieron pensar que el gobierno estaba dominado por los incidentes. Hubo un intento reformista de Antonio Maura respecto de la política colonial.
A comienzos del año 1894 José Martí fundó el Partido revolucionario cubano, de propósito independentista. En 1892 apareció la Liga Filipina de Rizal, de carácter secreto, democrático y anticlerical.
      • La cuestión social y el movimiento obrero.
      • Nuevos planteamientos de la política social.
El gobierno liberal en el año 1883 creó una Comisión de Reformas Sociales plasmadas en 1899-1900 en leyes acerca de la responsabilidad industrial en materia de accidentes de trabajo o protección del trabajo de la mujer y el niño.
En estos años finales de siglo desapareció la mentalidad económica liberal. La encíclica “Rerum Novarum” ponía al día los planteamientos sociales de la Iglesia, los conservadores y el propio Cánovas, que fueron influidos por el “socialismo de Estado” de origen alemán, acabaron por defender la intervención en estas materias.
      • Desarrollo del movimiento obrero.
La Ley de asociaciones del año 1887 permitió reaparecer a los grupos que habían llevado una actividad semilegal.
En 1888 celebraron en Barcelona sus Congresos fundacionales en la legalidad tanto el Partido Socialista como la UGT. Esto hizo posible la existencia de asociaciones anarquistas.
El Partido Socialista acabaría definiéndolo en el marco del socialismo.
El socialismo español fue definiéndose como una organización esencialmente proletaria que decía tener fines revolucionarios y que se negaba radicalmente a pactar con los partidos republicanos o burgueses.
El anarquismo siempre tuvo mucha pluralidad de componentes que en este periodo fueron aun más diversos, con dos sectores enfrentados: los partidarios de una acción sindical no violenta y los defensores de acciones terroristas.
En la última década del siglo XIX se produjo un atentado contra el general Martínez Campos (1893) y un atentado en el teatro del Liceo que causó muchos muertos. En ese momento se aprobó una primera Ley antiterrorista, pero un nuevo atentado al paso de una procesión religiosa (1896) tuvo como consecuencia el incremento de la dureza represiva en una segunda Ley antiterrorista.
      • Del regionalismo cultural al nacionalismo político.
Durante los últimos años del siglo XIX se va a producir el cambio de una preocupación cultural a una voluntad de intervención en lo político.
El regionalismo había surgido con el romanticismo a mediados de XIX en regiones donde se hablaba una lengua diferente y su finalidad era la recuperación lingüística, cultural e histórica a través de los Juegos Florales.
En los últimos años de siglo este movimiento se convertirá en una lucha de intereses económicos o reivindicaciones de particularismos. El problema de fondo es una realidad cultural por lo que el regionalismo partirá de dos puntos a veces opuestos: 1º la izquierda y 2º la raíz tradicionalista y católica.
      • El regionalismo catalán.
Tras la Restauración de Alfonso XII aparece el regionalismo catalán, que, teniendo como finalidad la defensa del sentimiento catalanista se opone a la política económica del gobierno y se manifestará en el movimiento de la Reinaixença que defiende su peculiaridad lingüística y cultural y también con el mantenimiento del federalismo.
Esto chocó con el afán centralizador de la Restauración con la elaboración del nuevo Código Civil y con la política librecambista.
Durante el periodo 1880-83 se celebran congresos catalanistas inspirados por el federalista Valentí Almirall en los que se pide la defensa de los valores espirituales y materiales de Cataluña.
      • El nacionalismo catalán.
Será con Valentí Almirall cuando el regionalismo se convierta en movimiento político tras su elaboración de la primera doctrina nacionalistaentregando a Alfonso XII un “memorial de agravios” (1885) en relación con la política arancelaria.
El desarrollo económico de la región durante el reinado de Alfonso XII había originado una burguesía diferente que, apoyándose en el renacimiento cultural de su lengua hizo suyos los postulados nacionalistas del siglo XIX y reivindicó desde finales de siglo otras cuestiones más concretas:
      • Fin del sistema turnista.
      • El proteccionismo.
      • Fin del centralismo.
En los años siguientes la iniciativa nacionalista pasará a otros sectores siendo su consecuencia la Confederación de Grupos Catalanistas(1891) conocida como Unió Catalanista, de cuyo seno surgirán en 1892 las Bases de Manresa programa de reivindicaciones en el que se pedía principalmente la autonomía del principado y un federalismo conservador.
Consecuencias:
Ante el fracaso regeneracionista de Silvela aparecerá en 1901 la Lliga Regionalista que es un partido político en el que se aglutinan burgueses y campesinos, se acepta la monarquía y se pide una revisión constitucional que garantice su autonomía política y cultural.
Los obreros ante la falta de contenidos sociales se van a mantener al margen apareciendo posteriormente una Lliga Republicana.
      • El nacionalismo vasco.
También durante el periodo de la Regencia se empezó a fraguar, basado en la existencia de una peculiaridad cultural y una autonomía económica, un nacionalismo vasco de significación cultural y política.
Su origen fue consecuencia de la abolición de los fueros en el año 1876, de la sustitución rapidísima de un mundo agrario y tradicional por otro minero e industrial y por último, por la propia cultura vasca que es muy tradicionalista y religiosa.
Tras la destrucción de los fueros y producirse el auge industrial va a aparecer una clase económica dominante, también a nivel nacional, conservadora y relacionada con el poder central.
También una población emigrante que rechaza cualquier intento nacionalista. Las clases medias vascas no saben adaptarse al proceso industrial y van a quedar desplazadas rechazando a su vez a esta pob emigrante, lo que va a originar tensiones sociales y raciales.
La pob emigrante también va a ser rechazada por la cultura vasca que es rural y muy tradicionalista.
Este desarrollo nacionalista va a coincidir con un renacimiento cultural y además va a ser muy radical porque el euskera estaba muy poco extendido y además se va a mostrar incapaz de asimilar a los emigrantes.
Por otra parte los nacionalistas proceden de las clases media-baja urbano y media rural.
Sabino Arana.
Es el creador de la ideología nacionalista vasca. Su origen sería la desaparición de los fueros y la base de su teoría es la lengua, a la que va a identificar con la cultura. Para Arana, la desaparición del idioma vasco es un problema político y acusa de ello al “maketo”, a quien hacen responsable de destruir la forma de vida vasca, no solamente su lengua sino también sus tradiciones.
A partir de este esquema racista hay una condena del liberalismo. La solución para Arana es la independencia basada en sus tradiciones. En el año 1895 funda el PNV.
El nacionalismo vasco tuvo su desarrollo político a partir de la I G. M. arraigando sobre todo en Vizcaya. (En Vizcaya: + industria y + maketos = + nacionalismo vasco en los pueblos de la provincia).
      • El nacionalismo gallego.
Su foco fue la Universidad de Santiago aunque su desarrollo fue bastante posterior. El primer partido surgirá en 1910 y no estará organizado realmente hasta el final del reinado de Alfonso XII. A diferencia de los otros nacionalismos presenta un claro matiz republicano.
      • LA GUERRA CON CUBA: EL FIN DEL IMPERIO.
La independencia de Cuba es consecuencia de las profundas transformaciones económicas que experimenta en la segunda mitad del siglo XIX. Sus exportaciones hacia EE.UU. aumentan a la vez que disminuyen las dirigidas hacia España y las que llegaban desde esta. Sin embargo para España, el comercio cubano sigue siendo de vital importancia pues gracias a él logran equilibrar en parte la balanza de pagos, de Cuba llegaba el azúcar y el tabaco y se la enviaban tejidos de algodón.
Para EE.UU. la guerra de Cuba fue muy importante, quizás más que para España pues significaba su aparición como potencia mundial con intereses exteriores. EE.UU. no quería una Cuba autónoma como alternativa a la Cuba española por lo que cualquier intento de cesión de la libertad no será bien recibido.
Por otra parte la capacidad militar estadounidense era muy superior a la española en cuanto a la armada, pero no pasaba lo mismo con las tropas terrestres donde eran inferiores a las españolas.
La situación internacional en aquellos momentos era bastante desfavorable a España pues la política de Cánovas del Castillo de aislamiento internacional frente a la política imperialista practicada por los demás países hará que nos encontremos solos cuando surja la guerra pues los intentos de los liberales de un acercamiento a Italia y de vinculaciones a la Triple Alianza en estos momentos habían desaparecido.
      • La guerra de Cuba.
El Convenio de Zanjón, firmado por Martínez Campos en 1878 y en el que se concedía amnistía y las mismas características políticas y administrativas que disfrutaba Puerto Rico, no se llevó a la práctica. Las causas principales fueron que los dos partidos existentes -liberal autonomista y unión constitucional- cada vez estaban más alejados de los intereses españoles (los dos partidos eran cubanos).
En 1892, siendo jefe de gobierno Sagasta, es nombrado ministro de ultramar Antonio Maura quien va a elaborar un plan para conceder la autonomía a Cuba, P. Rico y Filipinas pero este plan, ante la presión ejercida por la oligarquía cubana, que no quiere la autonomía, es rechazado por las Cortes. Maura dimite.
El fracaso de las tesis autonomistas reafirma la posición de los independentistas, quienes conspiran desde EE.UU. siendo su líder José Martín que en 1894 había fundado el Partido Revolucionario Cubano.
Al año siguiente se produce un doble proceso. Por una parte la oligarquía azucarera en retroceso por la competencia de EE.UU. y la remolacha europea cambia de piñón e inicia un proceso de autonomía la vez estalla un movimiento emancipador, bajo el lema del grito de Baire, dirigido por Máximo Gómez y José Martín.
El éxito de la insurrección cubana es la causa de una crisis del gobierno de Madrid, siendo sustituido el liberal Sagasta por el conservador Cánovas quien va a mandar al gral. Martínez Campos para que negocie. Los intentos van a fracasar y la insurrección cubana continúa, dirigida ahora por Máximo Gómez tras morir J. Martín, que se extiende rápidamente gracias a la colaboración de la población rural con la guerrilla.
Ante el fracaso de esta política negociadora se manda al gral. Weyler quien va a iniciar una dura represión concentrando a la población en lugares determinados y destruyendo sistemáticamente las cosechas, la isla se empobrece pero se obtienen resultados inmediatos.
Cánovas pensaba que tras los éxitos militares se podría introducir ciertas reformas autonómicas sin embargo esto no va a gustar a los conservadores dirigidos por Romero Robledo ni a los liberales de Sagasta, quienes quieren una reforma más amplia, ni a EE.UU. quienes van a tratar de comprar la isla y protestan por esta política a la vez que envían ayudas, dentro de su política de expansión por el Caribe y de ayuda a las empresas americanas instaladas en Cuba.
En 1897, tras la dura represión de Weyler, la mitad de la isla estaba pacificada pero tras el asesinato de Cánovas vuelve a subir al poder Sagasta, quien decide un cambio de política y dar una cierta autonomía a las islas para lo cual manda al gral. Blanco con la orden de limitar los combates que surjan en el territorio dominado por España.
En noviembre se concedió una amplia amnistía y un régimen de autonomía política a Cuba. El proyecto fue redactado por Segismundo Morety consistía en igualar a los isleños con los peninsulares en concederles el sufragio universal y en darles una especie de Constitución por la cual el gobernador tendría plenos poderes; pero desgraciadamente ya era muy tarde y aunque algunos dirigentes autonomistas apoyaron la reforma, los independentistas aumentaron sus fuerzas y EE.UU. sus exigencias.
      • La Guerra.
Un hecho ¿fortuito?: la explosión del acorazado “Maine”, barco de EE.UU. que estaba para proteger los intereses de sus súbditos fue considerado un atentado y EE.UU., a la vez que hace un informe sobre el hundimiento culpando a España hace una propuesta de compra de la isla por 300 mill. $ pero ante el fracaso de esta copra declara la guerra a España. Mientras sucede esto, tanto los políticos como la prensa y las masa eran partidarias de defender a Cuba a toda costa. Se crea un ambiente hostil contra EE.UU cuya potencia económica y militar se desconocía, por lo que España va a la guerra sin ninguna alianza internacional y sin ninguna preparación.
La guerra no comenzó en Cuba, sino en Filipinas, en donde también había surgido una corriente nacionalista en algunas minorías tagalas. Se habían fundado unos grupos autonomistas que pronto derivaron hacia el independentismo tras fundar, en 1892, José Rizal la “Liga Filipina”.
Así pues la guerra se desarrolló en dos frentes, en ambos la derrota no se hizo esperar siendo totalmente desmantelada la escuadra española, primero la batalla naval de Cavite (Manila) y posteriormente en Santiago de Cuba en donde el almirante Cervera se vio obligado a sacar la escuadra empujado por la opinión pública y la actitud gubernamental pues, estos, consideraban que la rendición sin luchar originaría la caída del Reino.
      • La Paz.
Tras el desastre naval y a pesar de que las tropas terrestres de EE.UU. no habían tenido ningún éxito importante se firmó un armisticio, elProtocolo de Washington y más tarde la paz de París. Las consecuencias del tratado son la pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico, estas dos últimas son vendidas a EE.UU. por 20 mill. $ aunque la última no lo acepta y continúa la guerra. Al año siguiente, dadas las dificultades para mantener las últimas posesiones en el Pacífico se optó por deshacerse de ellas y se vendieron las islas Carolinas, Marianas y Palaos a Alemania. Es el fin del imperio colonial español.
      • Consecuencias políticas del desastre.
España quedó reducida a la condición de pequeña potencia europea cuyas posibilidades colonizadores se limitaban a África.
Los republicanos eran partidarios de una colonización ilustrada, pero cuando llegó el conflicto hicieron demagogia patriótica o incluso pensaron el la posibilidad de un golpe de Estado militar.
El Partido Socialista estaba en contra de la guerra y los anarquistas tuvieron posiciones bastante diversas y contradictorias.
Tras la paz de París, el jefe de gobierno era Silvela, transigente dentro del partido conservador y opuesto a Romero Robledo, intransigente. Su equipo contó con miembros de otros partidos con voluntad transformadora.
Raimundo Fdez. Villaverde llevó una política de ajuste de la Hacienda española.
En marzo de 1901 Silvela dimitió y fue sustituido por Sagasta, comenzando el último gobierno de la Regencia de Mª Cristina.
      • EL FIN DE SIGLO.
      • El regeneracionismo.
La quiebra ideológica del fin de siglo supuso la sustitución de los valores predominantes hasta entonces. El propio parlamentarismo liberal, chocará con el avance del anarquismo intelectual o el nacionalismo. Por tanto, hay también una profunda crítica de la realidad sociopolítica existente en cada país.
Una característica del regeneracionismo fue una actitud profundamente crítica respecto de la realidad española. Existía un deseo de encontrar una clave espiritual para el ser de España y sus habitantes.
Joaquín Costa fue una especie de gobernante autoritario temporal destinado a salvar a España de sus males. Fue fundador, tras el desastre del 98, de una Liga Nacional de Productores y acabó militando en el republicanismo.
      • La cultura.

Nombres a retener son: Miguel Unamuno, Antonio Machado, Azorín, Pío Baroja o Ramiro de Maeztu -todos ellos en literatura-; Pablo Picasso en pintura y Antonio Gaudí en arquitectura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario