- EL SISTEMA POLÍTICO DE LA
RESTAURACIÓN
- LA GESTACIÓN
- LAS BASES POLÍTICAS
- LA DINÁMICA POLÍTICA. EL
TURNO
- LAS CLAVES DE SISTEMA
- PANORAMA EXTERIOR DE LA
RESTAURACIÓN
- ACEPTACIÓN EXTERIOR
- POLÍTICA DE RECOGIMIENTO
- RELACIONES CON EL VATICANO
- LA TRANSFORMACIÓN
ECONÓMICA
- EL FERROCARRIL
- LA INDUSTRIA
- LA AGRICULTURA
- LA SOCIEDAD DE LA
RESTAURACIÓN
- LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA
- LA ESTRUCTURA SOCIAL
- LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
- LA EDAD DE PLATA EN LA
CULTURA ESPAÑOLA
- UNAS BASES ENDEBLES
- LA MENTALIDAD POSITIVA
- EL NATURALISMO
- LAS ARTES PLÁSTICAS
- EL SISTEMA POLÍTICO DE LA
RESTAURACIÓN.
- La gestación de la
Restauración.
El camino hacia
la Restauración de la Monarquía borbónica fue la conspiración
más larga y complicada de la historia española durante el siglo XIX.
En junio de 1870 la
reina Isabel II abdicó, pero no fue su hijo, el futuro Alfonso XII, sino Antonio
Cánovas del Castillo que dirigió la causa de la Restauración
monárquica.
En el marco
internacional se trató de lograr para la Restauración el respeto de
Francia y de Austria-Hungría. La mayoría de obispos se identificaron con el
futuro rey Alfonso XII.
Cánovas desconfiaba
de los militares y los deseaba controlar. Además veía demasiado influido
a Martínez Campos por el sector más moderado (reaccionario) de
los monárquicos.
1.1.1 Cánovas del
Castillo: el hombre y su programa.
Cánovas del
Castillo nació en Málaga en 1828, era trabajador e intelectual, y poseía
amplios conocimientos en historia. Su participación en pronunciamientos (como
en la “Vicalvarada”) le llevó del moderantismo hasta la Unión Liberal y
de allí a tratar de construir un partido conservador. Para él la Monarquía debía
fundamentarse en un par de fuerzas que se complementaran y equilibraran:
partido conservador + partido liberal.
El programa
político de la Restauración se recogió en el Manifiesto de Sandhust de
1874, elaborado por Cánovas.
Don Alfonso no era
monarca absoluto, pensaba asegurar dos principios: el liberalismo y el
catolicismo.
- Las bases políticas del
nuevo régimen.
1.2.1 La apertura
fuera del partido moderado.
Parte de la
legislación vigente se vio suspendida. Cánovas utilizó como ministros a
personas que participaron en la revolución de 1875.
En los meses
iniciales el partido conservador estableció una relación con el monarca que fue
fructífera. También eliminó el papel preponderante de los moderados.
Los moderados
hubieran querido el inmediato regreso de la soberana y la puesta en vigor de la
Constitución de 1845, así como el establecimiento de la unidad católica.
La política de
Cánovas admitió el matrimonio civil para los no católicos y respetó el
Concordato, pero no persiguió a los disidentes religiosos. En las primeras
elecciones aceptó el sufragio universal.
1.2.2 Las
características de la Constitución de 1876.
Las elecciones
de 1876 dieron la victoria al gobierno, pero con poca ventaja sobre el
partido opositor.
La Constitución
de 1876 se caracterizó por su relativamente corta extensión (13
títulos y 89 art.). Contenía una declaración de derechos semejante a la de
1869.
La soberanía la
ejercerían las Cortes con el rey. El p. ejecutivo recaía sobre el Rey y el
legislativo era bicameral.
El poder ejecutivo
es ejercido por el rey a través del presidente del gobierno. Es el mando
supremo del ejército, gobierna por decreto y puede nombrar ministros.
El poder
legislativo recae sobre las Cortes y el Rey. Las Cortes se dividen en el Senado
(cargo vitalicio, por derecho propio -nobles p. ej.- o por sufragio censatario
-mucho dinero-) y el Congreso (primicia legislativa).
El sistema
electoral no quedó definido, se anuncia otra ley, es censatario hasta 1890,
cuando pasó a ser universal. La figura del Rey es clave.
1.2.3 La resolución
de los conflictos.
A principios de
1876 finalizó la “3ª guerra carlista”. En el centro mantenían
algunas plazas fuertes, pero Cabrera (gral. Carlista) se sometió a Alfonso XII
en 1875. En Cataluña parte del medio rural fue dominado por los carlistas que
fueron derrotados por Martínez Campos.
En el norte se
prolongó más tiempo hasta que se trasladó allí el grueso de ejército liberal.
Consecuencia
inmediata de la derrota carlista fue la reforma del régimen foral (julio
1875). Los vascos quedaron sujetos a impuestos y al servicio Militar. Cánovas
reguló los conciertos económicos con cierta autonomía económica.
Otro problema fue
la cuestión cubana, que tras la Constitución fue el gral. Martínez
Campos quien rápidamente llegó a la Paz de Zanjón en
febrero de 1878. Al verano siguiente la ”guerra chiquita” duró
poco.
Fue necesario
cumplir uno de los compromisos de la abolición de la esclavitud de
febrero 1880.
1.2.4 Las
limitaciones: el régimen de libertades.
El régimen de
libertades resultó estar limitado. La Ley electoral de 1878 fue ya censataria,
la de imprenta (1879) creaba tribunales especiales para los delitos
relacionados con la libertad de expresión. La Ley de reunión (1880) impedía la
celebración del aniversario de la proclamación de la I República.
- La dinámica política: el
turno.
1.3.1 La creación
del partido fusionista.
El sistema político
de la restauración se basó en el turno pacífico de dos partidos: conservadores
y liberales.
Sagasta logró
agrupar en mayo de 1880 el partido fusionista, que unía a
militares, muchos progresistas y unionistas, y algunos liberales. Alfonso XII
llamó al gobierno a este partido en 1881.
1.3.2 El primer
gobierno liberal.
Aplicó libertad
de cátedra, derecho de reunión y censura. Reformó la Hacienda,
los impuestos variaron hacia una contribución territorial, la industrial y la
de consumos (indirecta).
1.3.3 La ampliación
hacia la izquierda.
Este grupo debía
absorber a los republicanos, pero Ruiz Zorrilla (dirigente
republicano) promovió sublevaciones a través de la Agrupación Militar
Republicana que él mismo dirigía.
De manera
progresiva Moret y Montero Ríos se separaron
de Ruiz Zorrilla y se formó un grupo parlamentario republicano.
Reapareció la
conspiración militar y fue necesario ampliar hacia la izquierda del
liberalismo. Esto dio lugar a una situación inestable.
Sagasta pidió
el sufragio universal.
1.3.4 El nuevo
gobierno de Cánovas.
Cánovas volvió al
poder con intención de integrar todas las fuerzas políticas. Hubo protestas de
la izquierda. El sistema político de la Restauración no estaba consolidado
cuando murió Alfonso XII en 1885.
- Las claves del sistema de
la Restauración.
Se trataba de
un régimen civil donde los militares carecían de protagonismo
político. Trataba de ser un sistema de integración, pero de no
monopolizar el poder en un solo partido.
1.4.1 El
caciquismo.
Un cacique es una
persona (o institución) influyente que manipula a otros en su propio beneficio.
El caciquismo
indica la falta de veracidad de los resultados electorales. En los grandes
núcleos de pob. los electores votaban voluntariamente, en los distritos
rurales, o bien los notables, o el gobierno, presionaban a los votantes a
través de las autoridades administrativas o políticas.
El encasillado:
manipulación de los resultados de tal modo que la mayoría sea del gobierno pero
que la oposición conservara cierta representación.
- PANORAMA EXTERIOR DE LA
RESTAURACIÓN.
- La aceptación exterior del
nuevo régimen.
En el periodo
republicano se debilitó la posición internacional de España. Alemania apareció
en la política exterior española, ya que dominaba la política exterior europea.
Se debía conseguir
que el régimen fuera aceptado en el exterior. Con Francia hubo
problemas por que toleraban las partidas carlistas. Entonces se suscribió un
acuerdo con Alemania en diciembre de 1877 para que éste apoyara a España en
caso de peligro galo.
- Una política de
recogimiento.
La política
exterior de Cánovas consistió en no involucrarse en compromisos
superiores a sus posibilidades.
La expansión
colonial no fue impulsada por el Estado o por los grupos políticos,
sino que fue defendida por los intelectuales. En estos añosIradier exploró Guinea.
La relación
con Francia y con Inglaterra fue tensa a
menudo, por la posesión de Argelia y Marruecos (Fr.) y Gibraltar (GB). Hubo un
cierto contencioso con Alemania acerca de las Islas Carolinas -posesión
española pero sin ocupación efectiva- que se resolvió mediante un arbitraje del
Papa a favor de los alemanes.
- Las relaciones con el
Vaticano.
El Vaticano y
el catolicismo tenían una gran influencia en la vida social
española. Las relaciones con la Restauración fueron difíciles al principio.
El problema
fundamental nació del art. 11 de la Constitución, relativo a
la tolerancia religiosa. Los obispos decían que la nueva situación contradecía
el Concordato de 1851.
Otra cosa fue que
la Iglesia se oponía a la enseñanza obligatoria e impidieron la aprobación de
una Ley de instrucción pública.
En los años 80 hubo
una profunda división en los católicos españoles acerca del
régimen político. Pidal y Mon creó la Unión Católica,
grupo colaboracionista vinculado al partido conservador.
A la muerte de
Alfonso XII las relaciones eran buenas.
- LA TRANSFORMACIÓN
ECONÓMICA.
- El ferrocarril, motor del
cambio.
Una ley de
ferrocarriles del año 1877 permitió que desde 1875 hasta 1895 se duplicara la
red llegando a 12.000 Km y siendo el capital español mayor que en otros
tiempos.
La red de FF.CC.
favoreció la creación de un mercado nacional y la exportación de productos.
Además, desde 1882 desarrolló la siderurgia. Hasta fin de siglo => 50
locomotoras y + de 3.000 vagones.
- La industria.
De la Restauración
data el despegue industrial del Cantábrico.
3.2.1 La
siderurgia.
La explotación
minera y la siderurgia vasca se desarrollaron gracias a las innovaciones
técnicas y al incremento del interés británico por el mineral de hierro muy
puro y sin fósforo. En la cuenca del Nervión, a cielo abierto y fácil de
exportar mediante barcos.
En 1902 se
constituyeron los Altos Hornos de Vizcaya y la construcción
naval propulsó la siderurgia.
La explotación de
piritas de Riotinto multiplicó su producción por diez. Aumentó
algo el plomo en Sierra Morena y el sudeste.
3.2.2 La industria
textil.
En Cataluña,
la industria textil del algodón y la lana tuvo una evolución
muy positiva durante los '90. La ley de relaciones comerciales (1882) reservó
el mercado antillano para la industria española (+ bien la catalana).
- La agricultura.
La agricultura
estaba centrada en la trilogía mediterránea (trigo, vid y olivo).
Las plagas sufridas
por las vides francesas multiplicaron por diez la exportación de vino español a
este país.
España pasó de ser
un país agrícola a minero.
- LA SOCIEDAD DE LA
RESTAURACIÓN.
- La evolución demográfica.
4.1.1 El lento
crecimiento de la población.
El número de
nacimientos y de muertes era alto por lo que el crecimiento se caracterizaba
por su lentitud.
Incidencias
sanitarias (cólera) o el hambre provocado por una mala cosecha influyeron
mucho.
También que la
esperanza de vida era muy baja: creció solo desde 29 a 35 en el último cuarto
del siglo XIX.
4.1.2 Los
movimientos de la población.
Se produjo un creciente
grado de urbanización. Las ciudades necesitaron nuevos planes
urbanísticos, pronto facilitados por la Ley de expropiación forzosa de
1879.
El desplazamiento
de la población rural también tuvo lugar a la América española. Desde mediados
de los '80 se produjo una importanteemigración exterior (Argentina
y Brasil).
- La estructura social.
No existían
privilegios sociales pero la Ley electoral censataria de 1878
reducía el número de los electores a tan solo un 5% de la población.
4.2.1 La clase
alta.
Aristocracia,
burguesía-agraria, comercial e industrial y funcionarios profesionales.
La burguesía
comercial e industrial pidió (y obtuvo) títulos nobiliarios en la primera etapa
de la Restauración.
4.2.2 La clase
baja.
La sensación de
desigualdad era dominante en este conjunto. Había quien poseía mucha tierra
(Salamanca ········· Alicante hacia abajo) -latifundio- y donde estaba más
repartida la tierra (al norte).
- Los movimientos sociales.
La primera eclosión
del movimiento obrero español se caracterizó por la clandestinidad dada la
limitación existente en las libertades de reunión, expresión y asociación.
4.3.1 Los
anarquistas.
Hubo dos
tendencias: una más política y otra hacia la violencia.
Por un lado,
la Federación Regional Española descendió su número de
afiliados. En 1881 en Barcelona quedó constituida la Federación de
Trabajadores de la Región Española (FTRE) por el proletariado
industrial catalán.
La Mano
Negra fue parte del campesinado andaluz, excepcionalmente radical y
utópico en los '80 de siglo XIX.
4.3.2 El Partido
Socialista Obrero Español.
En 1882 el PSOE y
UGT (su sindicato) celebraron sendos congresos en Barcelona. El grupo madrileño
=> + revolucionario. El grupo catalán => + reformista.
Al frente
estaba Pablo Iglesias.
4.3.3 El
sindicalismo católico.
Se crearon
los Círculos Católicos de Obreros por un jesuita, el padre
Vicent, y se extendieron por la mitad norte de la Península y por Levante.
4.3.4 Otros
movimientos.
A destacar el
de “Las Tres Clases del Vapor”, que representaba a un sector social
del proletariado industrial español del momento (+ bien a los obreros textiles
catalanes).
- LA EDAD DE PLATA DE LA
CULTURA ESPAÑOLA.
El último cuarto
del siglo XIX constituyó la Edad de Plata de la cultura
española.
- Unas bases endebles.
Existía una tasa
de analfabetismo de entre el 60% y el 70% a fines de siglo
XIX. Además, del presupuesto estatal solo el 0'5-1'5% se dedicaba a educación a
final de siglo. La escolarización apenas llegaba a la mitad de niños, en
secundaria había unas 30.000 personas y la Universidad contaba con unos 300 o
400 catedráticos y 17.000 alumnos (casi 1/3 en Madrid).
- La mentalidad positivista.
La Restauración
aceptó un amplio margen de tolerancia ideológica. Con la llegada de
la Restauración se produjo una segunda crisis universitaria debido
a las amenazas a profesores por la libertad de cátedra.
Ginés de los Ríos fundó
junto a los krausistas la Institución Libre de Enseñanza que
tuvo influencia decisiva en la educación española.
A inicios de la
Restauración una polémica intelectual enfrentó a Menéndez Pelayo con
algunos krausistas. El primero proponía para los jóvenes unos estudios más
sólidos y macizos.
El krausismo se vio
influenciado por doctrinas filosóficas como el positivismo (que decía algo así
como que todo está escrito y no podemos hacer nada para cambiar las cosas, por
tanto no tenemos responsabilidades) o el evolucionismo (“la evolución de las
especies” de Charles Darwin).
- El naturalismo.
Autores a destacar:
Emilia Pardo Bazán; Leopoldo Alas, “Clarín”; B. Pérez Galdós (Fortunata y
Jacinta).
TEMA 10: EL
FIN DE SIGLO: EL 98
- EL PARLAMENTO LARGO
- LOS LIBERALES
- LA CONSOLIDACIÓN DEL
“TURNISMO”
- LA CRISIS FINISECULAR
- LA CRISIS ECONÓMICA DE FIN
DE SIGLO
- LA POLÍTICA DE LOS
PRIMEROS AÑOS NOVENTA
- LA CUESTIÓN SOCIAL Y EL
MOVIMIENTO OBRERO
- DEL REGIONALISMO CULTURAL
AL NACIONALISMO POLÍTICO
- LA SEGUNDA MITAD DE LA
DÉCADA: LA GUERRA DE CUBA
- LAS POSTURAS ANTE LA
CUESTIÓN DE CUBA
- EL DESARROLLO DE LA GUERRA
- EL DESASTRE DEL 98
- LAS CONSECUENCIAS
POLÍTICAS DEL DESASTRE
- EL FIN DE SIGLO
- EL REGENERACIONISMO
- LA CULTURA
- EL PARLAMENTO LARGO
- Los liberales en el poder.
Cánovas del
Castillo estuvo dispuesto a
abandonar el poder, decisión en la que le siguieron la mayor parte de los
conservadores, pero motivó la escisión de un sector capitaneado por Romero
Robledo, que ocupó la presidencia del Congreso durante unos meses constituyendo
un elemento de enlace entre los dos periodos. El presidente del gobierno era
ahora el liberal Sagasta.
- Las reformas durante el
Parlamento largo.
El gobierno de los
liberales consolidó el régimen por la alternancia del poder y por las reformas
legislativas durante el Parlamento largo (1886-1890).
El programa quedó
enunciado por Sagasta en mayo de 1886 y era la lógica continuación de los
propósitos del gobierno de 1881. Estaba derivado de la Constitución de 1869
(sufragio universal, juicio por jurado, ley de asociaciones) e incluía reformas
en Hacienda y en la Administración colonial.
El ministro de
Hacienda, Camacho, planteó reformas y la continuación de la
desamortización. Manuel Cassola intentó reformas militares
como la implantación del servicio militar obligatorio, ascensos por méritos de
guerra y reformas del Estado Mayor. Ambos intentos de reforma fracasaron.
Reformas políticas
aprobadas por el gobierno liberal: La Ley de asociaciones (1887)
afectó a asociaciones obreras y religiosas. Las religiosas quedaron al margen,
aunque luego los liberales utilizaron esta ley para regularizar la presencia de
las mismas en España. Ley del jurado (1888) se atribuyeron a
esta institución los juicios en materias fundamentales en un Estado liberal,
como los delitos de imprenta.
La Ley de
sufragio universal (1890) quitó contenido al programa de los
republicanos, ya que uno de los puntos del programa era conseguir un sufragio
universal.
Hubo una racionalización
del Estado y la Administración. El Código Civil (1889) de
Alonso Martínez trató temas como el mantenimiento o no de la legislación foral
o la coexistencia del matrimonio civil y el religioso.
- La política exterior.
El ministro de
Estado, Moret, fue más partidario de una política exterior más
activa que llevó a crear cuatro nuevas embajadas (Londres, Berlín, Roma y
Viena) a sumar a las dos existentes hasta entonces (París y el Vaticano).
Moret suscribió con
Italia un acuerdo que permitía el acceso a la Triple Alianza (Italia,
Alemania y Austria). Las dificultades con Francia por los frecuentes roces en
Marruecos llevaron a un acercamiento a Italia. El acuerdo fue secreto y el
resto de los componentes de la Triple Alianza no lo suscribieron de forma
explícita.
El acuerdo fue
renovado en 1891, pero no en 1895. Ni en ese caso España hubiera logrado
mantener sus colonias. Gamazo abolió el último vestigio de la esclavitud y
fomentó la relación económica entre la metrópoli y Cuba.
- La consolidación del
“turnismo”.
Las dificultades
del gobierno presidido por Sagasta arreciaron. Eso adelantó la salida del
gobierno de Sagasta y su cesión del poder a los conservadores. Ante la división
del partido liberal, el general Martínez Campos recomendó a la regente, en el
verano de 1890, el cambio de gobierno.
En el momento en
que murió Alfonso XII, supuestamente se acordó verbalmente el “pacto de
El Pardo”, llevado a cabo por los dos grandes partidos para su rotación en
el poder. Fue una anécdota.
Los republicanos fueron
a la contienda electoral unidos con un programa que incluía el sufragio
universal y la Constitución de 1869. Esa posibilidad quedó anulada pronto, ya
que la sublevación del general Villacampa en Madrid (1886) provocó una radical
desunión entre los partidarios de la sublevación militar y los contrarios a la
misma. Salmerón se separó del grupo republicano de Zorrilla y formó un nuevo
grupo republicano, el centralista, en 1891. Los posibilistas de
Castelar quedaron asimilados por el partido liberal.
En el campo católico,
en 1888 un grupo de carlistas siguió a Cándido Nocedal en una escisión que se
denominó integrismo.
- LA CRISIS FINISECULAR.
- La crisis económica de fin
de siglo.
Los nuevos medios
de comunicación por tierra y por mar introdujo en el mercado mundial nuevos
competidores procedentes de las colonias. Consecuencias fueron el descenso de
los precios y la detención del crecimiento económico que se había iniciado a
mediados de siglo. La respuesta generalizada en todos los países consistió en
imponer barreras arancelarias, impuestos que impidieran la entrada
de productos extranjeros.
Se produjo una
depreciación de la peseta: creció la inflación.
La plaga de
la filoxera, que arruinó la vid francesa, se había transmitido también a
España.
- Las repercusiones: crisis
social y proteccionismo.
A finales de siglo
la cifra de los emigrantes ultramarinos era de 60.000 anuales, de los que la
mitad eran agricultores. Hay que sumar también las crisis alimenticias
provocadas por las malas cosechas. La suma de estos factores provocó agitación
que se manifestó con la celebración deCongresos agrícolas y la
creación de una Liga Agraria, que pedía la elevación de la protección
arancelaria.
Los aranceles
de 1890 y 1891 significaron respectivamente la protección a los
intereses trigueros y el endurecimiento de las barreras aduaneras españolas.
- La política de los
primeros años noventa.
- El nuevo gobierno de
Cánovas.
El regreso al poder
de los conservadores de 1890 a 1892 no fue más que un breve paréntesis. Los
republicanos vencieron en Madrid y Valencia.
Se dividió el
partido conservador en dos: Francisco Silvela representaba una
política de moralidad y Romero Robledo defendía una política
intransigente (también respecto al problema cubano).
- Nuevo gobierno liberal: el
problema colonial.
A fines de 1892
volvieron los liberales con Sagasta a la cabeza. Diversos acontecimientos
sucedieron, como los incidentes con los indígenas cerca de Melilla (1893) o los
atentados terroristas, que hicieron pensar que el gobierno estaba dominado por
los incidentes. Hubo un intento reformista de Antonio Maura respecto
de la política colonial.
A comienzos del año
1894 José Martí fundó el Partido revolucionario cubano,
de propósito independentista. En 1892 apareció la Liga Filipina de Rizal,
de carácter secreto, democrático y anticlerical.
- La cuestión social y el
movimiento obrero.
- Nuevos planteamientos de
la política social.
El gobierno liberal
en el año 1883 creó una Comisión de Reformas Sociales plasmadas
en 1899-1900 en leyes acerca de la responsabilidad industrial en materia de
accidentes de trabajo o protección del trabajo de la mujer y el niño.
En estos años
finales de siglo desapareció la mentalidad económica liberal. La encíclica
“Rerum Novarum” ponía al día los planteamientos sociales de la
Iglesia, los conservadores y el propio Cánovas, que fueron influidos por el
“socialismo de Estado” de origen alemán, acabaron por defender la intervención
en estas materias.
- Desarrollo del movimiento
obrero.
La Ley de
asociaciones del año 1887 permitió reaparecer a los grupos que habían
llevado una actividad semilegal.
En 1888 celebraron
en Barcelona sus Congresos fundacionales en la legalidad tanto
el Partido Socialista como la UGT. Esto hizo
posible la existencia de asociaciones anarquistas.
El Partido
Socialista acabaría definiéndolo en el marco del socialismo.
El socialismo
español fue definiéndose como una organización esencialmente proletaria que decía
tener fines revolucionarios y que se negaba radicalmente a pactar con los
partidos republicanos o burgueses.
El anarquismo siempre
tuvo mucha pluralidad de componentes que en este periodo fueron aun más
diversos, con dos sectores enfrentados: los partidarios de una acción sindical
no violenta y los defensores de acciones terroristas.
En la última década
del siglo XIX se produjo un atentado contra el general Martínez Campos (1893) y
un atentado en el teatro del Liceo que causó muchos muertos. En ese momento se
aprobó una primera Ley antiterrorista, pero un nuevo atentado al
paso de una procesión religiosa (1896) tuvo como consecuencia el incremento de
la dureza represiva en una segunda Ley antiterrorista.
- Del regionalismo cultural
al nacionalismo político.
Durante los últimos
años del siglo XIX se va a producir el cambio de una preocupación cultural a
una voluntad de intervención en lo político.
El regionalismo
había surgido con el romanticismo a mediados de XIX en regiones donde se
hablaba una lengua diferente y su finalidad era la recuperación lingüística,
cultural e histórica a través de los Juegos Florales.
En los últimos años
de siglo este movimiento se convertirá en una lucha de intereses económicos o
reivindicaciones de particularismos. El problema de fondo es una realidad
cultural por lo que el regionalismo partirá de dos puntos a veces opuestos: 1º
la izquierda y 2º la raíz tradicionalista y católica.
- El regionalismo catalán.
Tras la
Restauración de Alfonso XII aparece el regionalismo catalán, que, teniendo como
finalidad la defensa del sentimiento catalanista se opone a la política
económica del gobierno y se manifestará en el movimiento de la Reinaixença que
defiende su peculiaridad lingüística y cultural y también con el mantenimiento
del federalismo.
Esto chocó con el
afán centralizador de la Restauración con la elaboración del nuevo Código Civil
y con la política librecambista.
Durante el periodo
1880-83 se celebran congresos catalanistas inspirados por el federalista Valentí
Almirall en los que se pide la defensa de los valores espirituales y
materiales de Cataluña.
- El nacionalismo catalán.
Será con Valentí
Almirall cuando el regionalismo se convierta en movimiento político tras su
elaboración de la primera doctrina nacionalistaentregando a Alfonso
XII un “memorial de agravios” (1885) en relación con la
política arancelaria.
El desarrollo
económico de la región durante el reinado de Alfonso XII había originado una
burguesía diferente que, apoyándose en el renacimiento cultural de su lengua
hizo suyos los postulados nacionalistas del siglo XIX y reivindicó desde
finales de siglo otras cuestiones más concretas:
- Fin del sistema turnista.
- El proteccionismo.
- Fin del centralismo.
En los años
siguientes la iniciativa nacionalista pasará a otros sectores siendo su
consecuencia la Confederación de Grupos Catalanistas(1891) conocida
como Unió Catalanista, de cuyo seno surgirán en 1892 las Bases
de Manresa programa de reivindicaciones en el que se pedía
principalmente la autonomía del principado y un federalismo conservador.
Consecuencias:
Ante el fracaso
regeneracionista de Silvela aparecerá en 1901 la Lliga Regionalista que
es un partido político en el que se aglutinan burgueses y campesinos, se acepta
la monarquía y se pide una revisión constitucional que garantice su autonomía
política y cultural.
Los obreros ante la
falta de contenidos sociales se van a mantener al margen apareciendo
posteriormente una Lliga Republicana.
- El nacionalismo vasco.
También durante el
periodo de la Regencia se empezó a fraguar, basado en la existencia de una
peculiaridad cultural y una autonomía económica, un nacionalismo vasco de
significación cultural y política.
Su origen fue
consecuencia de la abolición de los fueros en el año 1876, de la sustitución
rapidísima de un mundo agrario y tradicional por otro minero e industrial y por
último, por la propia cultura vasca que es muy tradicionalista y religiosa.
Tras la destrucción
de los fueros y producirse el auge industrial va a aparecer una clase económica
dominante, también a nivel nacional, conservadora y relacionada con el poder
central.
También una
población emigrante que rechaza cualquier intento nacionalista. Las clases
medias vascas no saben adaptarse al proceso industrial y van a quedar
desplazadas rechazando a su vez a esta pob emigrante, lo que va a originar
tensiones sociales y raciales.
La pob emigrante
también va a ser rechazada por la cultura vasca que es rural y muy
tradicionalista.
Este desarrollo
nacionalista va a coincidir con un renacimiento cultural y además va a ser muy
radical porque el euskera estaba muy poco extendido y además se va a mostrar
incapaz de asimilar a los emigrantes.
Por otra parte los
nacionalistas proceden de las clases media-baja urbano y media rural.
Sabino Arana.
Es el creador de la
ideología nacionalista vasca. Su origen sería la desaparición de los fueros y
la base de su teoría es la lengua, a la que va a identificar con la cultura.
Para Arana, la desaparición del idioma vasco es un problema político y acusa de
ello al “maketo”, a quien hacen responsable de destruir la forma de
vida vasca, no solamente su lengua sino también sus tradiciones.
A partir de este
esquema racista hay una condena del liberalismo. La solución para Arana es la
independencia basada en sus tradiciones. En el año 1895 funda el PNV.
El nacionalismo
vasco tuvo su desarrollo político a partir de la I G. M. arraigando sobre todo
en Vizcaya. (En Vizcaya: + industria y + maketos = + nacionalismo vasco en los
pueblos de la provincia).
- El nacionalismo gallego.
Su foco fue la
Universidad de Santiago aunque su desarrollo fue bastante posterior. El primer
partido surgirá en 1910 y no estará organizado realmente hasta el final del
reinado de Alfonso XII. A diferencia de los otros nacionalismos presenta un
claro matiz republicano.
- LA GUERRA CON CUBA: EL FIN
DEL IMPERIO.
La independencia de
Cuba es consecuencia de las profundas transformaciones económicas que
experimenta en la segunda mitad del siglo XIX. Sus exportaciones hacia EE.UU.
aumentan a la vez que disminuyen las dirigidas hacia España y las que llegaban
desde esta. Sin embargo para España, el comercio cubano sigue siendo de vital
importancia pues gracias a él logran equilibrar en parte la balanza de pagos,
de Cuba llegaba el azúcar y el tabaco y se la enviaban tejidos de algodón.
Para EE.UU. la
guerra de Cuba fue muy importante, quizás más que para España pues significaba
su aparición como potencia mundial con intereses exteriores. EE.UU. no quería
una Cuba autónoma como alternativa a la Cuba española por lo que cualquier
intento de cesión de la libertad no será bien recibido.
Por otra parte la
capacidad militar estadounidense era muy superior a la española en cuanto a la
armada, pero no pasaba lo mismo con las tropas terrestres donde eran inferiores
a las españolas.
La situación internacional
en aquellos momentos era bastante desfavorable a España pues la política de
Cánovas del Castillo de aislamiento internacional frente a la política
imperialista practicada por los demás países hará que nos encontremos solos
cuando surja la guerra pues los intentos de los liberales de un acercamiento a
Italia y de vinculaciones a la Triple Alianza en estos
momentos habían desaparecido.
- La guerra de Cuba.
El Convenio de
Zanjón, firmado por Martínez Campos en 1878 y en el que se concedía amnistía y las
mismas características políticas y administrativas que disfrutaba Puerto Rico,
no se llevó a la práctica. Las causas principales fueron que los dos partidos
existentes -liberal autonomista y unión constitucional-
cada vez estaban más alejados de los intereses españoles (los dos partidos eran
cubanos).
En 1892, siendo
jefe de gobierno Sagasta, es nombrado ministro de ultramar Antonio
Maura quien va a elaborar un plan para conceder la autonomía a Cuba,
P. Rico y Filipinas pero este plan, ante la presión ejercida por la oligarquía
cubana, que no quiere la autonomía, es rechazado por las Cortes. Maura dimite.
El fracaso de las
tesis autonomistas reafirma la posición de los independentistas, quienes
conspiran desde EE.UU. siendo su líder José Martín que en 1894 había fundado
el Partido Revolucionario Cubano.
Al año siguiente se
produce un doble proceso. Por una parte la oligarquía azucarera en retroceso
por la competencia de EE.UU. y la remolacha europea cambia de piñón e inicia un
proceso de autonomía la vez estalla un movimiento emancipador, bajo
el lema del grito de Baire, dirigido por Máximo Gómez y José Martín.
El éxito de la
insurrección cubana es la causa de una crisis del gobierno de Madrid, siendo
sustituido el liberal Sagasta por el conservador Cánovas quien va a mandar
al gral. Martínez Campos para que negocie. Los intentos van a
fracasar y la insurrección cubana continúa, dirigida ahora por Máximo Gómez
tras morir J. Martín, que se extiende rápidamente gracias a la colaboración de
la población rural con la guerrilla.
Ante el fracaso de
esta política negociadora se manda al gral. Weyler quien va a
iniciar una dura represión concentrando a la población en lugares determinados
y destruyendo sistemáticamente las cosechas, la isla se empobrece pero se obtienen
resultados inmediatos.
Cánovas pensaba que
tras los éxitos militares se podría introducir ciertas reformas autonómicas sin
embargo esto no va a gustar a los conservadores dirigidos por Romero Robledo ni
a los liberales de Sagasta, quienes quieren una reforma más amplia, ni a EE.UU.
quienes van a tratar de comprar la isla y protestan por esta política a la vez
que envían ayudas, dentro de su política de expansión por el Caribe y de ayuda
a las empresas americanas instaladas en Cuba.
En 1897, tras la
dura represión de Weyler, la mitad de la isla estaba pacificada pero tras
el asesinato de Cánovas vuelve a subir al poder Sagasta, quien
decide un cambio de política y dar una cierta autonomía a las islas para lo
cual manda al gral. Blanco con la orden de limitar los
combates que surjan en el territorio dominado por España.
En noviembre se
concedió una amplia amnistía y un régimen de autonomía política a Cuba. El
proyecto fue redactado por Segismundo Morety consistía en igualar a
los isleños con los peninsulares en concederles el sufragio universal y en
darles una especie de Constitución por la cual el gobernador tendría plenos
poderes; pero desgraciadamente ya era muy tarde y aunque algunos dirigentes
autonomistas apoyaron la reforma, los independentistas aumentaron sus fuerzas y
EE.UU. sus exigencias.
- La Guerra.
Un hecho
¿fortuito?: la explosión del acorazado “Maine”, barco de EE.UU. que estaba para
proteger los intereses de sus súbditos fue considerado un atentado y EE.UU., a
la vez que hace un informe sobre el hundimiento culpando a España hace
una propuesta de compra de la isla por 300 mill. $ pero ante
el fracaso de esta copra declara la guerra a España. Mientras sucede esto,
tanto los políticos como la prensa y las masa eran partidarias de defender a
Cuba a toda costa. Se crea un ambiente hostil contra EE.UU cuya potencia
económica y militar se desconocía, por lo que España va a la guerra sin ninguna
alianza internacional y sin ninguna preparación.
La guerra no
comenzó en Cuba, sino en Filipinas, en donde también había surgido una
corriente nacionalista en algunas minorías tagalas. Se habían fundado unos
grupos autonomistas que pronto derivaron hacia el independentismo tras fundar,
en 1892, José Rizal la “Liga Filipina”.
Así pues la guerra
se desarrolló en dos frentes, en ambos la derrota no se hizo esperar siendo
totalmente desmantelada la escuadra española, primero la batalla naval de
Cavite (Manila) y posteriormente en Santiago de Cuba en donde el
almirante Cervera se vio obligado a sacar la escuadra empujado
por la opinión pública y la actitud gubernamental pues, estos, consideraban que
la rendición sin luchar originaría la caída del Reino.
- La Paz.
Tras el desastre
naval y a pesar de que las tropas terrestres de EE.UU. no habían tenido ningún
éxito importante se firmó un armisticio, elProtocolo de Washington y
más tarde la paz de París. Las consecuencias del tratado son la
pérdida de Cuba, Filipinas y Puerto Rico, estas dos últimas son vendidas a
EE.UU. por 20 mill. $ aunque la última no lo acepta y continúa la guerra. Al
año siguiente, dadas las dificultades para mantener las últimas posesiones en
el Pacífico se optó por deshacerse de ellas y se vendieron las islas Carolinas,
Marianas y Palaos a Alemania. Es el fin del imperio colonial español.
- Consecuencias políticas
del desastre.
España quedó
reducida a la condición de pequeña potencia europea cuyas posibilidades
colonizadores se limitaban a África.
Los republicanos
eran partidarios de una colonización ilustrada, pero cuando llegó el conflicto
hicieron demagogia patriótica o incluso pensaron el la posibilidad de un golpe
de Estado militar.
El Partido
Socialista estaba en contra de la guerra y los anarquistas tuvieron posiciones
bastante diversas y contradictorias.
Tras la paz de
París, el jefe de gobierno era Silvela, transigente dentro del
partido conservador y opuesto a Romero Robledo, intransigente. Su equipo contó
con miembros de otros partidos con voluntad transformadora.
Raimundo Fdez.
Villaverde llevó una política de
ajuste de la Hacienda española.
En marzo de 1901
Silvela dimitió y fue sustituido por Sagasta, comenzando el último gobierno de
la Regencia de Mª Cristina.
- EL FIN DE SIGLO.
- El regeneracionismo.
La quiebra
ideológica del fin de siglo supuso la sustitución de los valores
predominantes hasta entonces. El propio parlamentarismo liberal, chocará con el
avance del anarquismo intelectual o el nacionalismo. Por tanto, hay también una
profunda crítica de la realidad sociopolítica existente en cada país.
Una característica
del regeneracionismo fue una actitud profundamente crítica respecto de la
realidad española. Existía un deseo de encontrar una clave espiritual para el
ser de España y sus habitantes.
Joaquín Costa fue
una especie de gobernante autoritario temporal destinado a salvar a España de
sus males. Fue fundador, tras el desastre del 98, de una Liga Nacional
de Productores y acabó militando en el republicanismo.
- La cultura.
Nombres a retener
son: Miguel Unamuno, Antonio Machado, Azorín, Pío Baroja o Ramiro de Maeztu
-todos ellos en literatura-; Pablo Picasso en pintura y Antonio Gaudí en
arquitectura.
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